Una consulta inflada e infiltrada
El 26 de octubre no votará sólo el petrismo, la consulta del Pacto Histórico será una elección inflada e infiltrada.
Por dos vías opuestas –con intenciones diferentes-, hay máquinas políticas preparándose para movilizar a sus bases ese día.
Se trata de algunas organizaciones políticas de partidos no petristas –como el Liberal, el de la U y hasta de la Alianza Verde-, que ese día sacarán a su gente a votar.
Por un lado, están los concejales, diputados y congresistas que, por amistad, alianza estratégica o incluso motivaciones burocráticas o contractuales apoyarán a precandidatos al Senado y la Cámara del Pacto Histórico.
Como, en el caso de la Cámara y el Senado, las votaciones de la consulta del 26 de octubre serán para definir el orden de las posiciones que tendrán los candidatos en las listas cerradas, los precandidatos que inflen su votación con apoyo de máquinas de otras colectividades, tendrán ventaja… Será una especie de doping electoral.
Y, aunque al interior del Pacto Histórico ya hay alertas encendidas por el tema, no hay nada que hacer, pues la consulta es abierta y, por lo tanto, no es ilícito que alguien que no sea militante vote en ella.
Además de los precandidatos al Congreso que “inflarán” sus votaciones con estas jugaditas, es posible que, en el caso de la consulta presidencial, haya una especie de infiltración…
Desde otras colectividades tratan de calcular quién de los precandidatos presidenciales del Pacto sería el más fácil de derrotar en las etapas futuras de la carrera electoral –la consulta del Frente amplio, en marzo, y la primera vuelta-, para votar por él.
Sin embargo, podrían generar un efecto contrario, pues, si la votación del 26 de octubre es más alta de lo esperada, quien sea elegido candidato presidencial, saldrá fortalecido.
Lo único claro hasta el momento es que, como van las cosas, es posible que en las decisiones que, se supone, debe tomar sólo el Pacto Histórico, meterán varias manos…