Sigue crítico orden público en Cauca
Más de 100 familias confinadas en Corinto por combates
Confinamiento, ataques con drones y hostigamientos a la fuerza pública siguen agitando al departamento del Cauca generando nuevamente crisis de orden público.
En el norte del Cauca, las comunidades indígenas y campesinas residentes en la zona rural del municipio de Corinto, denunciaron intensos combates entre la Brigada 29 del Ejército Nacional y las disidencias del frente ‘Dagoberto Ramos’ de las Farc, generando el confinamiento de más de 100 familias, principalmente de comunidades indígenas Nasa.
Los enfrentamientos ocurrieron en sectores como Pueblo Nuevo, Parcelación El Guanábano y Miraflores, donde la población civil quedó atrapada entre el fuego cruzado informaron líderes de la zona.
Según el Consejo Regional Indígena del Cauca Cric, aproximadamente 124 familias —alrededor de 463 comuneros— permanecieron resguardadas en sus viviendas, sin acceso a mercados ni suministros básicos.
Por su parte, el general Alirio Aponte, comandante de la Brigada 29, informó que durante las operaciones se recuperó un menor de edad retenido por el grupo armado y se incautó material bélico, además de destruir un vehículo perteneciente a los disidentes.
Esta ofensiva militar fue apoyada por la Fuerza Aeroespacial Colombiana, que realizó disparos con aeronaves artilladas para contener la huida de los criminales.
Sin embargo, las comunidades denunciaron el ingreso forzado a viviendas y se manifestaron preocupadas por la protección de sus Derechos Humanos y la integridad de sus líderes.
Organismos como la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría y la MAPP-OEA fueron convocados para intervenir y garantizar rutas de protección diferenciales.
Más violencia
Paralelamente, la violencia también se hizo sentir en otros municipios. En Argelia, en el corregimiento de El Plateado, disidencias lanzaron al menos seis explosivos desde drones contra la base militar conocida como Base Charly, establecida en 2024 tras la operación ‘Perseo’ para frenar el avance ilegal.
Los ataques no causaron daños residenciales, pero aumentaron la tensión entre la población local, que teme una escalada de la violencia.
En Cajibío, otro artefacto explosivo fue lanzado contra una estación policial en el corregimiento de El Carmelo, lo que, aunque no causó heridos, generó un clima de miedo que llevó a muchas familias a refugiarse en sus viviendas ante la posibilidad de nuevos enfrentamientos.
El panorama en Cauca vuelve a evidenciar la compleja situación de orden público y el impacto directo que la violencia armada tiene en las comunidades indígenas y campesinas, que reclaman urgentes garantías humanitarias y el respeto al Derecho Internacional Humanitario para proteger sus territorios y vidas.
Así mismo, al caer la tarde del jueves una persona resultó herida en El Bordo, cabecera municipal del Patía luego que cayeran explosivos cerca a la Alcaldía arrojados desde drones.