Indígenas siguen en asamblea permanente
Estatua de Belalcázar no volverá al Morro de Tulcán anuncia Mincultura
Al término de una de las sesiones de diálogos que sostiene el gobierno nacional con los indígenas Misak en el reguardo La María, el Ministerio de Cultura confirmó ayer que la estatua de Sebastián de Belalcázar no volverá al Morro de Tulcán en Popayán.
Como se recordará, la estatua ecuestre del conquistador español, la cual fue instalada en ese sector histórico en 1940, fue derribada por los Misak durante una marchar realizada en la Ciudad Blanca.
Los indígenas permanecen desde hace varios dias en asamblea permanente en el resguardo ubicado en el municipio de Piendamó, donde reclaman al gobierno el cumplimiento de los acuerdos pactados.
El director de Gestión de Población del Ministerio de Cultura, Luis Sevillano Delgado, dijo que “la decisión tomada por el Ministerio de Cultura es que la estatua que estaba ahí no vuelve al Morro. Es un compromiso que la Ministra hace con el pueblo indígena misak. También tenemos que decir que este momento nos permite establecer espacios para restablecer la memoria y contar la historia que no se ha contado”.
El funcionario manifestó que se acordó con los Misak que se adelantará un proceso investigativo y de diálogo con la academia y los mayores indígenas para poder realizar un proceso de recuperación de la memoria histórica.
“Coincidimos en que en esta coyuntura hay oportunidades para avanzar en la creación de espacios y que podamos reconocer la historia que dice que este país lo hemos construido todos desde nuestros propios espacios”, puntualizó el Director de Gestión Poblacional.
Por su parte, Luis Enrique Yalanda, gobernador del pueblo Misak expresó que “nosotros como caucanos, como payaneses debemos conocer quiénes somos, que encontremos nuestra identidad y, de esa manera, empezamos aportarle a la paz que necesita el departamento”.
Se indicó que las comunidades indígenas continuarán en asamblea permanente mientras avanzan los diálogos con el Gobierno Nacional y local, en una mesa en la que también participan diferentes actores sociales.
Este compromiso se agrega al del Instituto Colombiano de Antropología e Historia, ICANH, que ordenó al alcalde de Popayán, Juan Carlos López Castrillón, que no se le puede hacer intervención de ninguna naturaleza al Morro de Tulcán luego que se envió maquinaría amarilla a esa zona de la ciudad la cual venía afectando elementos arqueológicos.
Este sitios es considerado sagrado para los indígenas.