“La carta suicida de Tuluá”

miércoles 16 de julio, 2014

Corría 1955 cuando un grupo de ciudadanos cansados de la violencia partidista, se armaron de valor y mediante una carta enviada al alto gobierno denunciaron a “El Cóndor” como el promotor de tantos muertos en Tuluá y sus alrededores, en el Centro del Valle.

Su denuncia fue conocida por León María Lozano, es decir, por “El Cóndor”, quien de inmediato emprendió la “cacería” de quienes se atrevieron a dar a conocer sus andanzas por los senderos de la violencia. Por eso la misiva pasó a conocerse como “La carta suicida”.

Esta historia es el tema central del libro “La carta suicida de Tuluá”, escrita por el historiador, escritor prolijo y dirigente político, Omar Franco Duque, a quien no le tembló ni el pulso para investigar y descubrir nuevos detalles sobre la época de la violencia de aquel entonces en Tuluá.

El libro, que será presentado el próximo 24 de julio, a las 7:00 p.m., en el Club Colonial, incluye fotos inéditas y polémicas, entre ellas una en la que aparece “El Cóndor”, acompañado de un grupo de amigos, todos armados a la espera de “revolucionarios”, como llamaban a quienes consideraban sus enemigos.

Franco Duque no sólo logró fotos inéditas, sino también otros testimonios que hablan del poder de “El Cóndor”, quien decidía sobre la vida y desalojos en Tuluá, donde montó su imperio cargado de violencia partidista, era fiel conservador, de esos que orinaban color “azul de Metileno”, como se dice popularmente.

Es la realidad
El libro, editado por Feriva, tiene prólogo del escritor Gustavo Álvarez Gardeazábal, quien no oculta su asombro por la realidad contada…y eso que es autor de “Cóndores no se entierran todos los días”, libro en que recrea la historia de León María Lozano y la convierte en una novela, la misma que sirvió de guión para la película del mismo nombre.

Gardeazábal reconoce que en esta ocasión todo lo que se narra es real, sin ficción, sin novela, lo cual se constituye en uno de los principales méritos del libro, en cuyas páginas se cuenta qué pasó con quienes firmaron la carta. Algunos cayeron bajo las balas, otros huyeron y otros lograron mimetizarse.

Lo más duro de todo, es que la carta llegó a manos del Gobierno Nacional y mientras se cumplía la respuesta violenta de “El Cóndor” y sus secuaces, el gobierno prefirió mirar para otro lado, en vez de averiguar e investigar por los muertos que bajaban por los ríos Tuluá y Riofrío, más los que aparecían por ahí tirados y baleados.

Fueron 9 los valientes que firmaron la carta y en el libro el autor dedicó cerca de cuatro años a reconstruir la ruta que siguió cada uno de ellos.

Guardián de la memoria
Omar Franco Duque ha sido un apasionado por la información, la investigación y la historia, al punto que ha incursionado en el periodismo, desde “El Correo Tulueño”, del que fuera creador y director, y alcanzó la Presidencia del Círculo de Periodistas de Tuluá y es autor de otros libros donde recoge buena parte del acontecer de esta ciudad. El propio Gustavo Álvarez Gardeazábal lo ha elevado a “Guardián de la memoria tulueña”, título que se consolida con “La carta suicida de Tuluá”, que llega 59 años después de haber sido escrita y que ahora es un libro que, sin duda, encenderá polémicas.

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