Disminuye un 59% en cinco años
Se desploman las cifras de natalidad en el Valle del Cauca
El Valle del Cauca enfrenta una reducción significativa en los nacimientos registrados entre 2019 y 2024.
Según los datos del Observatorio de Información de Salud, los nacimientos vivos pasaron de 47.210 en 2019 a 19.277 en 2024, lo que representa una disminución del 59%.
Este fenómeno no solo es una cifra estadística, sino también un reflejo de cambios económicos, sociales y culturales que afectan la estructura familiar en la región.
Municipios como Cali y Buenaventura, que históricamente concentran el mayor número de nacimientos, también evidencian una baja considerable.
En Cali, los nacimientos se redujeron de 23.843 en 2019 a 9.811 en 2024, mientras que en Buenaventura la caída fue de 4.662 a 1.548 durante el mismo periodo.
Estas cifras generan preguntas sobre las dinámicas que impactan directamente la decisión de tener hijos, como el costo de vida, la planificación familiar y el acceso a servicios de salud.
Por otro lado, las defunciones fetales también muestran una disminución significativa, al pasar de 3.188 en 2019 a 1.614 en 2024.
Esta reducción, que podría atribuirse a mejoras en el control prenatal y la atención médica, contrasta con el drástico descenso en los nacimientos vivos.
Esto abre el debate sobre si las condiciones para la maternidad mejoraron, pero otros factores externos están llevando a las familias a tener menos hijos.
Cali lidera el cambio
La capital del Valle del Cauca, Cali, es el municipio con la mayor cantidad de nacimientos registrados, pero también con la mayor reducción.
Este comportamiento puede estar relacionado con las características urbanas, donde factores como la migración, el acceso a métodos anticonceptivos y la incorporación de las mujeres al mercado laboral están moldeando las decisiones familiares.
¿Qué significa este cambio?
El descenso en los nacimientos podría implicar consecuencias de largo alcance.
Por un lado, podría aliviar la presión sobre los servicios de salud, educación y vivienda.
Sin embargo, también plantea retos para el futuro económico y social del departamento, como el envejecimiento de la población y la reducción de la fuerza laboral.
Frente a este panorama, los expertos destacan la importancia de estudiar a fondo las causas detrás de esta caída.
Esto permitiría crear políticas públicas que no solo fomenten la natalidad, sino que también garanticen condiciones de bienestar para las familias que decidan traer hijos al mundo.