Campaña para protegerlos
Valle cuida sus osos de anteojos
Uno de los últimos avistamientos de oso de anteojos en el Valle del Cauca ocurrió en la zona rural de Palmira.
Allí, cerca de la reserva natural de Nirvana, en la parte alta de los corregimientos de El Arenillo y de La Buitrera, fue fotografiado un oso gracias a una foto trampa para felinos .
Los osos andinos han sido avistados en las dos cordilleras que atraviesan el Departamento y uno de los principales problemas para su supervivencia es la alteración de los ecosistemas que habitan.
En el año 2015 se tuvo registro en el Parque Natural Páramo del Duende, durante el estudio sobre el análisis de integridad biológica que hizo la CVC en convenio con la Universidad del Valle.
También se registró en la zona amortiguadora del parque de Las Hermosas.
Igualmente hubo reportes de su presencia hacia la cuenca alta del río Amaime, hacia El Cerrito, donde hubo un ataque de oso a ganado.
Martha Cecilia Salazar Marín, zootecnista del grupo biodiversidad de la CVC manifestó que “no hay censo de los osos andinos en el Valle del Cauca, eso es difícil y se detecta por señales, por eso la fotografía que se logró del oso en la cordillera Central aledaña a la reserva Nirvana fue bienvenida, causó mucha alegría y gratificación porque determina que esos ecosistemas se están recuperando, ya que la especie está asociada al recurso hídrico “.
Debido a la amenaza de su posible desaparición, la CVC se vinculó al proyecto de conservación del oso andino del cual hacen parte Parques Nacionales Naturales, Wildlife Conservation Society (WCS), CVC y la Fundación del Grupo Argos. Se espera que en el futuro entren CRC y Carder.
En el marco del proyecto se adelanta la campaña “Conservamos La Vida” y la información de todo lo que desarrollan se pueden encontrar en la página web www.conservacionosoandino.org
Según indicó Martha Salazar, el proyecto tiene cuatro fases: la primera fase es la de diagnóstico, la segunda es de concertación, la tercera es implementación de acciones, y la última es de monitoreo para volver a comenzar.
Los conflictos
Uno de los grandes problemas que afecta al oso andino es la intervención de su hábitat por parte del ser humano.
“Este proyecto es principalmente para conservar el hábitat de la especie porque lo encontramos en ecosistemas subandino, andino y páramos” expresó Martha Cecilia quien afirmó que “estos hábitats están siendo destruídos, fragmentados, han desaparecido y los osos están entrando en conflicto con el ser humano porque cada vez tienen menos áreas y ellos en busca de comida se van acercando a las áreas de producción agropecuaria, de ganados, de cultivos”.
En ese sentido manifestó que “es necesario protegerlos, porque debido al conflicto también están siendo cazados por retaliación o por cuestiones culturales, porque algunas personas pueden consumir o comercializar sus partes”.
Ante este panorama se han seleccionado sitios como el Parque Natural Regional El Duende, la zona alta del Distrito Regional de Manejo Integrado de Atuncela y la Serranía de los Paraguas, lo que permitirá conocer la ocupación de la especie y avanzar en procesos de concertación con los propietarios de las fincas, para evitar el conflicto entre el oso y el hombre.
Así mismo, se han seleccionado para el monitoreo una zona de Dagua donde confluye el río Pepitas y desemboca, la zona de El Queremal, San José del Salado y en El Dovio y Versalles.
El diagnóstico incluye también encuestas con los propietarios de esas áreas para conocer si ha habido conflicto.
También entran unas áreas de la CVC que no están declaradas con alguna categoría de protección, además de los tres parques naturales nacionales, del núcleo de conservación en la Cordillera Occidental, que son Tatamá, Farallones y Munchique.
Las fases
Actualmente el proyecto de conservación del oso andino está en etapa de diagnóstico, fase adelantada por WCS y la Fundación Argos, cuya duración está prevista para seis meses, empezó en el 2015 y se espera que en marzo termine y a más tardar en junio se tengan resultados y acciones definidas para poder continuar.
En esta etapa se buscan señales de la presencia del oso en los sitios seleccionados.
La CVC entrará en la segunda etapa que es la de concertación, en la que se espera buscar el apoyo principalmente de los propietarios que tengan áreas en zonas que hacen parte del hábitat de los osos.
La zootecnista Martha Cecilia Salazar dijo que “Al conservar los ecosistemas, se conserva el oso, otras especies de plantas y animales en esas áreas”.
“La CVC incluirá el trabajo por el Oso Andino en el Plan de Acción 2016-2019, para garantizar la continuidad en los procesos.
Las acciones a implementar para la conservación de esta especie estarán determinadas por las conclusiones del diagnóstico y con los propietarios y la comunidad se concertarán actividades o acciones que se puedan implementar están ellos dispuestos a que se desarrollen en los predios.