Disciplina, sacrificio y pasión
Alejandro Iñigo, la voz dulce del Grupo Niche
Desde muy pequeño, con apenas tres años, el destino de Alejandro Iñigo quedó marcado.
Llegó desde La Habana, Cuba, a la Sucursal del Cielo, Cali, y fue allí donde su alma caleña se formó, abrazando el espíritu de la ciudad que lo adoptó.
Hoy, cada sacrificio y cada lágrima se han convertido en notas que encienden miles de corazones.
Su voz, resuena con fuerza y autenticidad en escenarios internacionales, como parte del Grupo Niche, la agrupación más icónica de salsa colombiana.
La historia de Alejandro Enrique Iñigo Fiallo es un testimonio de lucha incansable y pasión.
Su niñez estuvo marcada por la vida en Cali, ciudad que lo vio crecer y lo conectó profundamente con la cultura colombiana.
En el devenir de su vida, el destino le ofreció desafíos que fortalecieron su convicción de ser artista.
A los 17 años, su talento comenzó a brillar en diversas orquestas colombianas, lo que marcó el inicio de una carrera que se definiría por la disciplina y el esfuerzo continuo.
Esa puesta a prueba desde tan joven le permitió colaborar con grandes exponentes de la salsa.
Desde la Cali Salsa Big Band hasta la emblemática Orquesta Guayacán y Los Hermanos Lebrón.
“Cada experiencia con estas grandes agrupaciones fue un peldaño en la consolidación de mis sueños. Fue en ese camino en donde mi voz se transformó, adquirí experiencia al lado de importantes maestros y músicos talentosos. Ese fue mi punto de quiebre, ahí entendí que debía superarme porque soñaba con recorrer el mundo y ser feliz cantando”, indicó Alejandro.
El hito más importante de su carrera llegó cuando fue llamado para integrar el Grupo Niche, la orquesta más representativa de salsa colombiana.
Reconocido por su legado musical, impacto cultural y su capacidad para mantenerse vigente, el Grupo Niche es sinónimo de salsa de calidad.
Canciones como ‘Cali Pachanguero’, ‘Gotas de lluvia’ y ‘Sin Sentimiento’ entre otros grandes éxitos, son emblemas de la salsa colombiana en el mundo, representando el alma del género.
Entre los logros más destacados de Alejandro con la agrupación se encuentran la grabación de la canción ‘Búscame’, que ha sido muy bien recibida por el público, además del tema ‘Tocando el cielo con las manos’ un homenaje al maestro Jairo Varela, fundador del Grupo Niche.
En cada escenario, su interpretación es una declaración de esfuerzo y perseverancia, que inspira tanto a jóvenes como adultos.
Con reconocimientos como el Latin Grammy y varias nominaciones internacionales, Alejandro ha conquistado escenarios, el cariño y la admiración de una generación que se ve reflejada en su historia.
“Me siento feliz. El Grupo Niche es una familia, es un verdadero honor y siento mucho orgullo por ser parte de esta agrupación tan importante por su historia, por el legado del maestro Jairo y por la aceptación tan grande de esta música en todos los países”, resaltó Alejandro, quien, además, le agradeció a la familia Varela y al maestro José Aguirre, la oportunidad de pertenecer a la icónica banda caleña.
Hoy, su voz es un testimonio de que el sacrificio, la disciplina y la pasión pueden transformar el dolor en triunfo.
Cada acorde, cada verso, toca el corazón de aquellos que sueñan con un futuro mejor, recordándonos que la grandeza se forja en la adversidad.
La trayectoria de Alejandro Iñigo no es solo la historia de un cantante, sino el canto de un alma indomable que, con cada nota, invita al mundo a creer en el poder redentor de la música.