Luto en el mundo de la salsa
Falleció Nacho Sanabria, leyenda de la salsa puertorriqueña que marcó generaciones con su voz y estilo único
Ignacio “Nacho” Sanabria, reconocido por su voz firme y su presencia en la historia de la salsa puertorriqueña, murió en Florida, Estados Unidos. Tenía 95 años.
La noticia fue dada a conocer por su nieto, Alfredo Emerson Sanabria, en un comunicado que rápidamente circuló entre músicos, medios y seguidores del género.
Una infancia marcada por el ritmo
Nacido el 16 de diciembre de 1929 en Cataño, Puerto Rico, Nacho Sanabria estuvo rodeado de música desde sus primeros años.
A los cuatro ya bailaba bomba y plena, ritmos tradicionales que lo conectaron con la cultura afropuertorriqueña.
Su debut como cantante fue temprano: a los nueve años ya se presentaba frente a públicos locales.
Este fue el punto de partida de una carrera artística que se extendería por más de siete décadas.
Sanabria fue parte de importantes agrupaciones como la Panamerican de Quique Rijos, además de compartir escenario con íconos como Mongo Santamaría y Ray Barretto.
En 1966 dio un paso decisivo al formar su propia banda: El Sabor de Nacho.
Una voz que definió una época
A lo largo de su trayectoria, Nacho Sanabria logró crear un estilo propio que lo distinguió entre las grandes voces de la salsa.
Sus interpretaciones mezclaban potencia vocal, sentimiento y un fuerte apego a sus raíces culturales.
Su agrupación no solo impulsó su carrera, sino que también se convirtió en una plataforma para otros talentos de la música tropical.
El fallecimiento de Sanabria provocó una oleada de mensajes en redes sociales y medios especializados.
Figuras de la música, así como fanáticos del género, lo despidieron recordando sus aportes, su autenticidad y su influencia duradera en la salsa.
Aunque la familia no ha divulgado la causa oficial de su muerte, el impacto de su partida es evidente.
Su legado permanece en las grabaciones, en las nuevas generaciones de salseros que lo tienen como referencia y en los escenarios que ayudó a consolidar para la música caribeña.
Nacho Sanabria fue más que un cantante: fue un símbolo de identidad cultural, de perseverancia y de amor por el arte.