No ignores los cambios de comportamiento en tu gato mayor

Demencia felina: la enfermedad mental silenciosa en gatos viejos

jueves 14 de agosto, 2025

Con el paso de los años, nuestros gatos envejecen igual que los humanos, y con la edad pueden llegar enfermedades poco conocidas pero muy reales.

Una de ellas es la demencia felina, también llamada síndrome de disfunción cognitiva felina. Esta condición afecta principalmente a gatos mayores de 10 años y puede pasar desapercibida durante mucho tiempo, ya que sus síntomas se confunden fácilmente con comportamientos normales del envejecimiento.

¿Qué es la demencia felina?

La demencia felina es una enfermedad neurodegenerativa que provoca un deterioro progresivo de las funciones cerebrales en los gatos.

Afecta la memoria, la capacidad de aprendizaje, la orientación espacial y los patrones de comportamiento. Es comparable al Alzheimer en los humanos y, lamentablemente, no tiene cura, aunque sí puede manejarse para mejorar la calidad de vida del animal.

Síntomas más comunes de la demencia en gatos

Si tu gato es mayor y has notado cambios en su comportamiento, es importante observar si presenta una o varias de estas señales:

  1. Desorientación: El gato parece perderse en lugares familiares, se queda mirando fijamente a la nada o parece confundido.
  2. Alteraciones del sueño: Puede dormir más durante el día y estar inquieto o maullar sin razón durante la noche.
  3. Problemas con la caja de arena: Puede olvidar dónde está o dejar de usarla correctamente.
  4. Cambios en la interacción social: El gato se vuelve más retraído o, por el contrario, más dependiente de los humanos.
  5. Vocalizaciones excesivas: Comienza a maullar más de lo habitual, especialmente de noche, como si estuviera buscando algo o pidiendo ayuda.
  6. Disminución de la actividad física: Juega menos, explora menos y parece más apático.

¿Por qué se produce?

La demencia felina ocurre por el envejecimiento del cerebro. Con los años, se producen acumulaciones de proteínas anormales, reducción de la función neuronal y menor flujo sanguíneo al cerebro, lo que deteriora las conexiones neuronales.

Aunque no se puede evitar por completo, algunos factores como el estrés crónico, una dieta deficiente o la falta de estimulación mental podrían acelerar su aparición.

Cómo cuidar a un gato con demencia felina

Aunque la demencia no tiene cura, hay muchas formas de ayudar a tu gato a vivir con mayor comodidad:

  • Rutinas estables: Mantén horarios fijos para la alimentación, el juego y el descanso.
  • Ambiente seguro y familiar: Evita mover los muebles o cambiar la caja de arena de lugar.
  • Estimulación mental: Usa juguetes interactivos, juegos de olfato o sesiones cortas de entrenamiento con premios.
  • Visitas al veterinario: Es fundamental un diagnóstico adecuado. Algunos medicamentos o suplementos pueden ayudar a ralentizar el deterioro cognitivo.
  • Dieta especializada: Consulta con tu veterinario sobre alimentos formulados para la salud cerebral en gatos mayores.

Cuida su mente tanto como su cuerpo

La demencia felina es una condición silenciosa, pero no invisible. Observar con atención los cambios en tu gato y actuar a tiempo puede marcar una gran diferencia en su bienestar.

Un diagnóstico temprano permite tomar decisiones informadas y brindar el apoyo necesario para que tu compañero felino disfrute de una vejez digna y tranquila.

*Este artículo fue elaborado por un periodista del Diario Occidente usando herramientas de inteligencia artificial.


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