¿Es conveniente castrar a mi perro?

Uno de los primeros dilemas que se deben abordar cuando llega un perro a la familia tiene que ver con la realización de un procedimiento para evitar la reproducción del animal, ¿es conveniente hacerlo?

En el caso de los perros machos, la castración cumple otros propósitos más allá del control de la natalidad, este procedimiento mejora la conducta del animal y lo vuelve más hogareño.

Las hembras

En el caso de las perras, la esterilización, que consiste en remover los ovarios y el útero, puede alargar su vida, pues ayuda prevenir infecciones y el cáncer de mama, que tiene una fatalidad el 50% en esta especie.

Con la esterilización de las hembras, se eliminan los embarazos psicológicos, que les causan vómitos y náuseas.

Los machos

Los machos sin castrar corren alto riesgo de extraviarse y también de terminar heridos por peleas con otros machos, todo por el instinto incontenible que les despiertan las hembras en calor.

Un perro sin castrar hará lo que sea por ir tras una perra en celo, aunque esto le implique cruzar avenidas o enfrentarse a rivales que los dupliquen en tamaño.

Una de las más mayores ventajas de castrar a un perro es que será menos agresivo, no solo con otros machos, a los que ya no verá como sus rivales, sino también con los humanos; el riesgo de un ataque será mucho menor.

Lo otro es que los perros sin castrar marcan con frecuencia su territorio, lo que los puede llevar a levantar la pata y orinar en cualquier parte, llenado la casa de fuertes olores.

Tiempos de castración

Lo recomendable es realizar la esterilización de las hembras antes del primer celo y a los machos antes de los seis meses de edad.

Lo mejor es castrar o esterilizar antes de que el animal llegue a la madurez sexual.

La castración se realiza bajo anestesia. Tras la operación se medica al animal para evitar infecciones y la inflamación. Además, con las nuevas técnicas el tiempo de recuperación se reduce a tres días.

En lo social

La castración y la esterilización de perros cumple también un importante papel social, al evitar que aumente la población de animales en la calle.

Si una perra en edad fértil se extravía y no regresa a casa, rápidamente terminará embarazada y ella y sus cachorros pasarán hambre y mucho problemas en la calle.

Igualmente, un perro callejero se la pasará detrás de todas las perras en celo que se crucen con su olfato, y ayudará a que aumente la población de animales abandonados.

Además de evitar el sufrimiento que tienen los perros callejeros, el control de la reproducción indiscriminada de animales favorece a los humanos, pues reduce la posibilidad de pestes y las enfermedades que transmiten los canes que no cuentan con todas sus vacunas.

Como factor en contra, la castración puede cambiar los hábitos de apetito en los perros y hacerlos propensos a la obesidad.

La castración genera falta de estrógeno y testosterona, los cuales inhiben el apetito.

Especialistas consideran que la castración triplica el riesgo de padecer obesidad o sobrepeso de los perros, mientras que la esterilización no influye en el peso de las hembras.

Además de cambios en el apetito, la castración también puede disminuir la actividad física de los perros, volviéndolos algo perezosos, lo que los puede llevar a ser gordos.

Aquí es importante que los humanos se asesores en cuando al tipo de alimentos y el tamaño de las porciones que deben dar a sus perros, para evitar que se vuelvan obesos.

Los paseos diarios y la actividad física, como el juego, también es fundamental, no solo para evitar que los perros engorden producto de la castración, sino también para que mantengan un buen estado físico.

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