Vea qué recomiendan los especialistas en estos casos

Perros y gatos, víctimas del estrés

martes 17 de noviembre, 2020

Por: Andrea Domínguez | @adt_04
Valeria Gómez | @valeria21298

Daños en el hogar, orina excesiva y autolesiones son algunos de síntomas frecuentes del estrés en perros y gatos, una condición que, en ocasiones, no es tenida en cuenta por sus amos.

Muchas veces se piensa que, al ser animales, son inmunes a desarrollar problemas emocionales y se ignoran algunos comportamientos negativos en los que incurren para llamar la atención de sus dueños.

“Por lo general, los animales están expuestos a estímulos invasivos que podrían producir cambios irreversibles; es ideal que los propietarios sepan y estudien las libertades mínimas para el bienestar de su mascota”, afirmó Óscar Guevara, médico veterinario con maestría en etología clínica.

La manera de reaccionar de los perros y los gatos es diferente, cuando están teniendo episodios de estrés.

Perros

Son sociables y receptivos a la atención que se les brinda; necesitan de cariño, tiempo y cuidados, que pueden afectarse por las ocupaciones o por falta de conocimiento.

Melissa Sánchez tiene un pitbull de cinco meses; reconoce que “siempre he procurado sacarlo al parque tres veces al día después de que come, pero a veces se me dificulta hacerlo por la universidad y lo saco solo una vez, o ninguna, y como pasó varias horas fuera de casa, para que no haga ningún daño lo dejo con un bozal”.

Cuando la mascota se acostumbra a actividades que luego se dejan de hacer, reaccionan con hábitos negativos como dañar muebles, no esperar para hacer sus necesidades, estar siempre hiperactivo, ser desobediente, lamerse compulsivamente y lloriqueos, entre otros. Son reflejo de que están pasando por episodios de estrés.

“Pensé que era normal que mi perro dañara algunas cosas, que corriera de un lado a otro o que, en ciertas ocasiones, hiciera sus necesidades dentro de la casa. Creí que sólo tenía que adiestrarlo para que mejorara esas conductas, no imaginé que se debía al estrés que le he estado causando por mi estilo de vida”, manifestó Sánchez.

Gatos

Son muy independientes y tranquilos; por esto, sus dueños no son muy conscientes de que el estrés también los afecta; de hecho, en mayor medida que a los perros.

“Los gatos son animales que llevan menos tiempo de evolución, esto hace que sean más propensos a verse alterados cuando ocurren cambios mínimos en su entorno”, explicó Guevara.

La principal causa es modificar el orden de sus implementos, “los gatos se estresan más cuando se les cambia de puesto elementos como el comedero, la caja de arena o los lugares donde pasan más tiempo; por ejemplo, una silla. También se pueden sentir alterados si llegan desconocidos o si se les encierra por mucho tiempo. Empiezan a orinar donde antes no lo hacían, se esconden y pueden llegar a desarrollar una enfermedad llamada Síndrome Urológico Felino, que es como una especie de cistitis en gatos”, afirmó María Fernanda Vargas, médica veterinaria y zootecnista.

Hay que brindarles a sus gatos el ambiente necesario para que no desarrollen estrés: “No hago cambios bruscos en la rutina de mi gata. Su comedero siempre está en el mismo lugar, al igual que la arena. Además, estoy pendiente de la limpieza de su caja, para que no se sienta obligada a buscar otro lugar para hacer sus necesidades”, comentó Stephany Villareal, dueña de una gata de dos años.

Recomendaciones

El estrés en estos animales puede traer consecuencias aún mayores “si los desencadenantes de estrés son persistentes y continuos. Con el tiempo, se convierte en un problema para el animal llamado ‘diestrés’; este problema comenzará a tener repercusiones en los órganos del cuerpo de la mascota, porque al liberarse en exceso la hormona de cortisol, se producen cambios metabólicos a nivel de piel, sistema digestivo, neurológico y renal”, expresó Guevara.

Para prevenir el estrés en la mascota, es fundamental que el dueño aprenda a detectar cuándo no está cómodo. Tanto en perros como en gatos, se debe crear una rutina estable, es vital brindarles un lugar tranquilo y confortable, con comida y agua fresca.

Los perros deben tener un espacio amplio, hay que sacarlos a pasear al menos por una hora para jugar y evitar o disminuir situaciones de nerviosismo, tensión y desesperación. Por último, no forzarlos a hacer algo que no les gusta y no ser agresivos con ellos.

“El perro, como ser social, necesita relacionarse con otros caninos. Es vital que los saquen a dar un paseo y jueguen con ellos, porque si están encerrados todo el tiempo se estresan y más si son perros grandes como labradores o pitbull”, explicó Vargas.

A los felinos hay que hacerlos sentir seguros, brindarles un espacio donde puedan estar solos durante el día, no dejarlos encerrados por mucho tiempo y evitar los ruidos muy fuertes, porque pueden dañar sus oídos que son muy sensibles.

*Texto publicado en convenio con la Universidad Santiago de Cali.

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