Experta nos explica cómo protegerlas

¿Cómo afecta el calor a nuestras mascotas?

Foto: Archivo particular
jueves 28 de agosto, 2025

Al estar de paseo con una mascota, pasar de lugares con temperaturas habitualmente frescas (como las de Bogotá o Medellín) a otros donde son comunes condiciones térmicas más elevadas y extremas, el riesgo de estos animales de compañía de sufrir un golpe de calor aumenta de forma alarmante.

A diferencia de los humanos, los animales no sudan, por lo que su sistema para atenuar el calor es mucho menos eficiente. “Solo pueden eliminarlo a través del jadeo y eso no siempre es suficiente.

Cuando su temperatura corporal supera los 40 grados, hablamos de una emergencia médica que requiere atención inmediata”, explica Raquel Patrón, profesora de Veterinaria de la Universidad Europea de Madrid.

Los signos de alerta deben ser detectados a tiempo para evitar daños irreversibles. Ansiedad, jadeo fuerte, salivación excesiva, incoordinación, debilidad, encías muy rojas, vómitos o diarrea son algunos de los síntomas más comunes.

“Si la mascota está confundida, no se levanta o parece desorientada, es urgente trasladarla a una clínica veterinaria. Mientras tanto, es esencial disminuir su temperatura corporal de forma controlada”, señala Raquel Patrón.

Para esto, se recomienda humedecer zonas clave como abdomen, axilas o huellas de las patas, siempre con agua tibia y sin aplicar hielo directamente.

También puede utilizarse un ventilador, mojar la lengua y ofrecer agua poco a poco si la mascota está consciente.

La prevención, sin embargo, sigue siendo la herramienta más eficaz. “Evitar la exposición directa al sol, especialmente en las horas del mediodía, garantizar la ventilación en casa y limitar la actividad física intensa son medidas esenciales”, insiste.

La profesora subraya que los paseos o recorridos a pie, aunque parezcan suaves, pueden desencadenar un golpe de calor si la temperatura ambiente es alta.

Por eso, recomienda reservar salidas cortas para horas del amanecer y atardecer y regular juegos o carreras hasta que baje la temperatura.

Además, es de vital importancia recordar que dejar a una mascota dentro de un vehículo, aunque sea por pocos minutos y con las ventanillas abajo, puede ser fatal: “Si está expuesto al sol, el interior de un coche puede alcanzar temperaturas muy altas en cuestión de minutos. Ningún animal debería quedarse solo dentro”, advierte la experta.

También existen errores más “pequeños” que pueden tener consecuencias graves. Dejar a la mascota en un patio sin sombra, no controlar el ejercicio físico según la temperatura o permitir que una mascota salga sola durante temporadas de calor son situaciones que aún se repiten.

“Especialmente en zonas rurales, algunos animales pueden desorientarse por el calor y, cuando regresan a casa, ya es demasiado tarde”, señala Patrón.

Los gatos

Ellos no están exentos del riesgo. “Tienden a ocultar el malestar, por lo que es fundamental garantizarles agua abundante, alimentación húmeda, zonas frescas donde descansar y un pelaje bien cepillado.

Incluso pueden utilizarse toallas húmedas o cubitos de caldo congelado para mantenerlos hidratados de forma apetitosa”, recomienda la profesora de la Universidad Europea.

Ciertas razas y características son especialmente vulnerables: cachorros, mascotas mayores, con sobrepeso o con enfermedades respiratorias y cardíacas.

También las razas braquicéfalas, como bulldogs o pugs, tienen más dificultades para mitigar el calor y requieren cuidados específicos.

En cuanto al pelaje, Raquel Patrón recuerda que “cortarlo en exceso puede ser contraproducente, ya que el pelo actúa como aislante térmico y protector solar. En animales de pelo claro y piel blanca, el riesgo de quemaduras aumenta si se elimina esa barrera”.

Durante las épocas más calurosas, la hidratación y la alimentación también deben adaptarse. “Dejar agua en distintos puntos de la casa, introducir comida húmeda, evitar el concentrado seco en las horas centrales y aprovechar la primera y última hora del día para alimentarlos son recomendaciones clave”, apunta.

También sugiere opciones creativas como porciones de caldo casero o juguetes flotantes en pequeñas piscinas diseñadas para animales de compañía.

Las consecuencias de un golpe de calor pueden ser graves incluso si la mascota sobrevive. Daños en órganos vitales como riñones, hígado o corazón, alteraciones neurológicas, hemorragias internas, complicaciones respiratorias y quemaduras cutáneas son algunas de las posibles consecuencias.

“Por eso, más que reaccionar, hay que anticiparse. La mayoría de estos casos son evitables si se actúa con responsabilidad”, concluye la experta.


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