Síntomas, causas y tratamiento
¿Tu perro o gato convulsiona?: así debes actuar durante y después del episodio
Las convulsiones en mascotas pueden generar confusión y miedo.
Ver a un perro o gato perder el control de su cuerpo es una escena angustiante.
Sin embargo, saber por qué ocurren y cómo actuar puede marcar la diferencia.
¿Qué son las convulsiones en mascotas?
Una convulsión es una alteración repentina de la actividad cerebral.
Se manifiesta en movimientos involuntarios, pérdida de equilibrio, rigidez o temblores.
En algunos casos, la mascota pierde la conciencia por segundos o minutos.
Las convulsiones en mascotas no siempre indican una enfermedad grave, pero sí exigen atención veterinaria.
Causas frecuentes de convulsiones en mascotas
Las convulsiones en mascotas pueden deberse a múltiples factores. Entre los más comunes están:
Epilepsia idiopática: se presenta sin causa conocida, más frecuente en perros jóvenes.
Tóxicos: productos como insecticidas, medicamentos humanos o alimentos prohibidos, como el chocolate, pueden provocar episodios.
Alteraciones metabólicas: problemas hepáticos, hipoglucemia o deficiencias de calcio.
Infecciones virales: moquillo o encefalitis pueden desencadenar síntomas neurológicos.
Traumatismos: golpes fuertes en la cabeza generan presión sobre el cerebro.
¿Qué hacer si mi mascota convulsiona?
Lo más importante es mantener la calma. Luego, sigue estos pasos:
Asegura el entorno: retira objetos con los que pueda golpearse.
No intentes sujetar: evita lesiones tanto para ella como para ti.
Cronometra el episodio: si dura más de cinco minutos, acude de inmediato al veterinario.
Observa y registra: anota fecha, duración y síntomas antes y después.
Después del episodio, la mascota puede estar desorientada. Déjala descansar en un espacio seguro y tranquilo.
¿Cuándo acudir al veterinario?
Siempre que una mascota convulsione debe evaluarla un veterinario.
El especialista realizará análisis para descartar enfermedades neurológicas, intoxicaciones o problemas orgánicos.
Dependiendo del diagnóstico, podría prescribir medicación anticonvulsiva o cambios en la alimentación.
¿Se pueden prevenir las convulsiones?
No todas se pueden evitar, pero sí reducir los riesgos.
Mantén los productos tóxicos fuera de su alcance, controla su alimentación y agenda controles veterinarios frecuentes.
Si tu mascota tiene diagnóstico de epilepsia, respeta las dosis de medicación y registra cada episodio.
*Este artículo fue elaborado por un periodista del Diario Occidente usando herramientas de inteligencia artificial.