Por una vida saludable y equilibrada
Claves para fomentar el bienestar mental en adolescentes
La adolescencia y el inicio de la juventud son etapas de grandes cambios físicos, emocionales y sociales, lo que las convierte en periodos especialmente vulnerables para la salud mental.
Promover el bienestar mental en esta etapa es clave para que los jóvenes puedan comprender, gestionar y experimentar sus emociones de forma saludable y equilibrada.
Desde las presiones académicas hasta la constante influencia de las redes sociales, los adolescentes enfrentan múltiples desafíos que pueden impactar su estabilidad emocional.
Un buen estado de salud mental les permite establecer relaciones sanas, tomar decisiones asertivas y afrontar los retos con resiliencia.
En este contexto, Lina Barrios, psicóloga de los Centros Médicos Colmédica, comparte algunas claves sobre el impacto que tiene la salud mental en los adolescentes, los factores de riesgo más comunes y las señales de alerta a las que padres y cuidadores deben estar atentos.
Factores que afectan el bienestar mental en la adolescencia
Diversos elementos pueden influir negativamente en la salud emocional de los jóvenes, entre ellos:
– Influencia de la tecnología: El uso excesivo de redes sociales y la exposición prolongada a pantallas pueden causar ansiedad, problemas de sueño y baja autoestima.
– Falta de apoyo familiar: La ausencia emocional o física de los padres afecta la sensación de seguridad y la estabilidad emocional.
– Violencia intrafamiliar: Crecer en un entorno conflictivo o abusivo eleva los niveles de estrés y ansiedad, afectando el desarrollo emocional del adolescente.
– Acoso escolar (bullying): Ser víctima de intimidación en el entorno educativo puede derivar en depresión, aislamiento social y deterioro de la autoestima.
Además, “la experimentación con drogas y alcohol, así como la presión social para encajar o cumplir con expectativas ajenas, pueden representar un riesgo significativo. El consumo de sustancias afecta el desarrollo cerebral y aumenta la probabilidad de trastornos mentales, mientras que la necesidad de aceptación puede desencadenar ansiedad, frustración e inseguridad”, afirma Lina Barrios, psicóloga de los Centros Médicos Colmédica.
Señales de alerta que no se deben ignorar
Según la doctora Barrios, es importante prestar atención a ciertas conductas que podrían indicar que un adolescente está atravesando una crisis emocional:
– Cambios drásticos en el estado de ánimo, como irritabilidad, tristeza persistente o estallidos emocionales frecuentes.
– Aislamiento social y pérdida de interés en actividades habituales.
– Alteraciones en el sueño, como insomnio, pesadillas o exceso de sueño.
– Cambios en los hábitos alimenticios y fluctuaciones notorias de peso.
– Bajo rendimiento académico, falta de concentración y desmotivación.
– Expresiones de desesperanza o pensamientos autodestructivos.
– Descuidos en la apariencia o adopción de conductas de riesgo.
¿Cómo fomentar el bienestar mental de los adolescentes?
Lina Barrios, psicóloga de los Centros Médicos Colmédica, señala que el rol de padres, madres y cuidadores es fundamental para proteger la salud mental de sus hijos.
Entre las recomendaciones destacan:
– Fomentar la comunicación abierta: Escuchar sin juzgar y crear un ambiente de confianza donde los jóvenes se sientan seguros para expresar lo que sienten.
– Promover hábitos saludables: Dormir adecuadamente, alimentarse bien y hacer ejercicio físico de forma regular son pilares del bienestar emocional.
– Enseñar estrategias para gestionar el estrés: Técnicas como la respiración consciente, la meditación o el mindfulness pueden ayudar a regular emociones intensas.
– Ofrecer apoyo emocional constante: Validar sus sentimientos, demostrar empatía y recordarle que no está solo frente a las dificultades.
– Establecer límites al uso de pantallas: Regular el tiempo en redes sociales y fomentar actividades fuera de línea como el deporte, la lectura o el arte.
Es por ello por lo que la salud mental en la adolescencia no es un tema menor.
Es responsabilidad de todos —familias, instituciones educativas y profesionales de la salud— crear entornos que promuevan el autocuidado emocional y prevengan situaciones de riesgo.