La ciencia dice que no: estaban más conectados con su salud que muchos de nosotros
¿Los que abrazaban árboles estaban locos?
Mariana Muñoz Serna
Durante años, ver a alguien descalzo en el pasto, tocando la tierra o abrazando un árbol parecía algo “hippie“, alternativo o incluso gracioso.
Pero hoy, investigaciones científicas han demostrado que esa conexión física con la naturaleza tiene efectos reales, medibles y profundamente beneficiosos para la salud.
Esta práctica tiene un nombre: grounding o earthing, y más allá de una tendencia holística, es un proceso biológico que nuestro cuerpo necesita… y ha perdido en la vida moderna.
¿Qué es el grounding y cómo funciona?
Grounding es el acto de hacer contacto directo entre tu cuerpo (especialmente pies o manos) y la tierra natural, ya sea césped, arena, tierra o incluso el agua del mar.
Y aquí viene lo fascinante:
La superficie de la Tierra tiene una carga negativa rica en electrones libres, y al estar en contacto con ella, nuestro cuerpo puede absorber esos electrones, que ayudan a neutralizar radicales libres y a reducir la inflamación.
En otras palabras: tu cuerpo se “resetea” eléctricamente al tocar la tierra. Y esto no es una metáfora espiritual. Es biología básica.
¿Qué dice la ciencia?
Estudios publicados en revistas como Journal of Inflammation Research y The Journal of Environmental and Public Health han mostrado que el grounding:
- Reduce marcadores de inflamación crónica
- Mejora la calidad del sueño
- Estabiliza la frecuencia cardíaca y presión arterial
- Disminuye niveles de cortisol (estrés)
- Mejora la variabilidad del ritmo cardíaco (indicador de salud general)
Incluso se ha observado que personas con dolor muscular o articular crónico reportan mejoras significativas tras sesiones regulares de contacto con la tierra.
¿Por qué hemos perdido este contacto esencial?
- Usamos zapatos con suelas aislantes (plástico, goma)
- Vivimos en apartamentos, ciudades y espacios elevados
- Pasamos el 90% del tiempo en interiores, frente a pantallas
- Asociamos ensuciarnos con algo “malo” o infantil
Pero nuestros ancestros vivieron descalzos, dormían en contacto con la tierra, y estaban naturalmente “descargados” todo el tiempo.
Hoy, vivimos “eléctricamente desconectados”, y eso también afecta nuestra salud física y mental.
¿Cómo puedes reconectar con la tierra y mejorar tu salud?
- Camina descalzo por el pasto, la arena o la tierra durante 10–20 minutos al día.
- Abrazar un árbol (sí, literal) también funciona: los troncos conectan directamente con el suelo y transmiten carga.
- Baña tus pies en el mar, un río o lago natural: el agua también es conductora.
- Tocar plantas o jardinear con las manos desnudas también genera este intercambio.
- Si vives en ciudad, existen sábanas o tapetes de grounding que se conectan a tierra desde el hogar (aunque nada reemplaza lo natural).
Reconectar con la tierra no es espiritualidad vacía. Es fisiología humana olvidada.
No es moda, ni magia, ni charlatanería:
Es entender que tu cuerpo es un sistema eléctrico, y necesita descargar el exceso de energía acumulada por el estrés, las pantallas, la contaminación y el estilo de vida moderno.
Tal vez no estaban locos. Tal vez solo estaban adelantados a su tiempo.