Una clave silenciosa para sentirte mejor empieza en tu plato
¿Te sientes inflamado, con digestión lenta o sin energía?
Mariana Muñoz Serna
La fibra es uno de los nutrientes más olvidados… y más poderosos.
No suena sexy, no viene en cápsulas con nombres raros, pero tiene un impacto directo en tu digestión, tus hormonas, tus niveles de energía e incluso en tu salud mental.
Y lo más preocupante: más del 90% de la población no consume la cantidad recomendada de fibra diaria, según datos de la Academia Nacional de Medicina de EE.UU.
¿Qué es la fibra y por qué es tan importante?
La fibra es la parte de los alimentos vegetales que tu cuerpo no digiere. Pero aunque no se digiere, alimenta a las bacterias buenas de tu intestino, regula el tránsito intestinal y ayuda a eliminar toxinas y exceso de hormonas.
Una buena salud digestiva empieza con la fibra. Y una buena salud hormonal, mental, metabólica y de la piel… también.
Según la Organización Mundial de la Salud, una dieta alta en fibra puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, cáncer de colon y ayudar al control del peso.
Además, la fibra regula el azúcar en sangre, promueve la saciedad (menos ansiedad por comida), y mejora la absorción de nutrientes.
¿Cuánta fibra necesitas?
Las recomendaciones generales son:
- Mujeres: 25 a 30 gramos diarios
- Hombres: 30 a 38 gramos diarios
Pero la mayoría de las personas consume menos de 15 gramos al día.
¿Cómo puedes aumentar tu consumo de fibra fácilmente?
Incluye más alimentos integrales: Avena, arroz integral, quinua, lentejas, garbanzos y frijoles son grandes aliados.
Agrega frutas y verduras enteras en cada comida: No le quites la cáscara a la manzana, y no licúes todo. La fibra se pierde al procesar en exceso.
Incluye semillas y frutos secos: Chía, linaza, almendras y nueces aportan fibra y grasas saludables.
Aumenta poco a poco y con agua: Subir la fibra muy rápido sin suficiente agua puede causar inflamación. Hazlo progresivo y acompáñalo con buena hidratación.
La fibra no es aburrida, es esencial y si quieres sentirte con más energía, mejorar tu digestión, reducir la inflamación y hasta tener mejor piel y ánimo… empieza por mirar tu plato.
La salud intestinal es la base de todo, y la fibra es su mejor aliada. No necesitas productos caros ni tendencias nuevas. Solo más plantas, más variedad y más comida real.
Recuerda: no se trata de contar calorías, sino de contar nutrientes. Y la fibra es uno que no puede faltar.
Tu cuerpo y tu salud intestinal te lo van a agradecer.