Diabetes, una enfermedad con afectaciones en la visión

“Me convertí en el mejor amigo de mi enfermedad”: Alberto Guancha

miércoles 29 de abril, 2015

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el mundo hay más de 347 millones de personas con diabetes. Tan solo en Colombia más de 14 mil personas murieron en el 2012 a causa de la enfermedad y actualmente 4,1 millones de colombianos tienen diabetes tipo 2, de los cuales dos millones aún no lo saben. Así mismo esta enfermedad es la segunda causa de ceguera prevenible en la edad productiva en el mundo occidental.

Alberto Efrain Guancha es uno de los colombianos afectados por esta enfermedad, actualmente tiene 54 años y hace 15 padece diabetes tipo 2. Su historia de vida refleja no solo las altas afectaciones de la patología a nivel físico, emocional y laboral, sino también la entereza y superación de un paciente que hace lo posible por recuperarse.

Descubriendo su diabetes
En el año 1999, Alberto Guancha de 39 años, empresario y emprendedor bogotano, dedicado a la industria textil y confección, comenzó a percibir en su cuerpo algunas señales que le indicaban que algo no andaba bien.

Las repetidas veces en las que tenía que ir al baño, el constante sueño y cansancio fueron los primeros síntomas. De inmediato decidió ir al médico, quien confirmó que sus niveles de azúcar estaban por encima de 300 y lo diagnosticó con diabetes.

Sus antecedentes familiares y su estilo de vida fueron factores de riesgo que influyeron en el desarrollo de esta patología. Alberto aseguró que “ese momento fue vital para entender que su alimentación y sedentarismo  habían causado un problema grave para su vida, pero que aún se podía cambiar para mejorar”.

Sus ojos no ven y su corazón lo siente
Luego de 15 años padeciendo diabetes, Alberto tuvo complicaciones en varios órganos y sistemas de su organismo. En primer lugar su circulación comenzó a fallar, aumentando el  riesgo de desarrollar lesiones en los vasos sanguíneos.

A consecuencia de lo anterior, Alberto desarrolló retinopatía diabética, una afectación de la diabetes que causa daño en los vasos sanguíneos de la retina y la capa de tejido en la parte posterior el ojo. Esta complicación no provocó síntomas en el organismo de Alberto,  hasta el día en que su ojo izquierdo sufrió una hemorragia en el vítreo (líquido gelatinoso y transparente que rellena el espacio entre la superficie interna de la retina y la cara posterior del cristalino).

La visión borrosa, las sombras en algunas partes de su ojo y la dificultad para ver de noche le anunciaron un problema muy grave con su visión. Rápidamente perdió casi el 100% de la visión de su ojo izquierdo, afectando por sobre todo su vida laboral, social y sentimental.

El mejor amigo de la diabetes
“Me convertí en el mejor amigo de mi enfermedad porque entendí que en mis manos está la recuperación de mi organismo y la prevención de otras complicaciones”, recalcó Alberto.

A pesar de la hemorragia del ojo izquierdo, las micro hemorragias del derecho y las afectaciones en su vida personal, Alberto decidió hacer todo lo posible para contrarrestar lo que había sucedido. Gracias a la intervención médica oportuna pudo tratar estas complicaciones y a los medicamentos disponibles en el país este paciente ha podido recuperar el 50% de la visión del ojo izquierdo y espera que con las terapias faltantes y la ayuda profesional en endocrinología pueda recuperarlo en su totalidad.

Desde que fue diagnosticado de diabetes, ha sido un paciente que ha procurado tener una dieta balanceada cuidando su enfermedad, practicándose glucometrias y demás exámenes mensuales. Para Alberto “reducir el consumo de harinas y grasas es un proceso importante para prevenir estas complicaciones. Tener un régimen alimenticio ordenado sin consumir galguerías”.

Así mismo para este paciente ha sido vital el apoyo de su compañera sentimental, pues afirma que “ella es la que se ha encargado de la recuperación a través de este régimen alimenticio y el seguimiento de los medicamentos recomendados por los médicos”

“Ser consciente de la enfermedad y tratarla de llevar sin dejarse ganar de ella es el concejo que puedo darle a las personas que sufren los mismo que yo. Ahora sé que es lo bueno y malo para mi cuerpo, seguir al pie de la letra lo que me recomienda el médico y las terapias que me han prescrito es lo que me ha permitido tener una recuperación más acelerada de la que tal vez tengan otros pacientes he tratado de seguir las recomendaciones profesionales con mucho entusiasmo”.

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