A la vez genera hábitos alimenticios saludables
5 razones para involucrar a tus hijos en la cocina
En la cocina suceden cosas maravillosas y Catalina Alba, Nicolás Bahamón, junto con La Constancia, el cómplice perfecto para lograr momentos inolvidables en familia, comparten las principales razones para invitar a los más pequeños a vivir una experiencia de conexión y disfrute con sus seres queridos:
– Adquieren confianza en sí mismos: mientras cocinan, los niños pueden potencializar su creatividad, dando a conocer a los demás sus creaciones y así, sentirse valorados por lo que han hecho. De esta manera, su confianza también crecerá y podrán desenvolverse con mayor seguridad a la hora de tomar decisiones.
– Se adaptan fácilmente a diferentes situaciones: cuando la familia se involucra en la cocina, cada miembro tendrá una tarea y un rol específico, que al final será indispensable para lograr la receta esperada. Cocinar nuevas preparaciones va a ser para los niños una actividad muy divertida que los sacará de su rol habitual, además se podrán dar cuenta de que, si se lo proponen, pueden llegar a desempeñar una actividad que normalmente solo la practican los adultos.
– Siguen las normas: para lograr una preparación exitosamente, es necesario seguir el ‘paso a paso’ de una receta, esto quiere decir, seguir una norma. A la hora de poner a un niño a cocinar, los padres podrán enseñarles a sus hijos que las reglas no se hicieron por capricho, que siempre hay una lógica detrás de ellas, y que, por lo general, conllevan a la exitosa obtención de resultados
– Se sienten involucrados en decisiones importantes: el paso a paso de la receta se debe seguir al pie de la letra, pero es muy importante hacerles sentir a los niños, que su compañía y participación en la preparación es indispensable. Involucrar preguntas como ¿crees que está bien así?, ¿cuál recipiente consideras que es el adecuado?, ¿cómo podemos hacer que la receta funcione para más personas?, hará que los niños cultiven el criterio y la confianza para tomar decisiones en la vida. El espacio de la cocina en este sentido, se convierte en una metáfora viva, en un escenario predilecto de aprendizaje para ellos. Además, porque se sale de lo convencional, cuando lo que hace que aprendas es la experiencia, la lección te queda para toda la vida.
– Refuerzan los aprendizajes del colegio: cocinar es una manera práctica y divertida para aplicar los conceptos fundamentales que se ven en el colegio, (lógica matemática, lecto-escritura, física, química, etc) combinando un lenguaje atractivo, ameno, y cercano, logrando que la cocina se convierta en un espacio encantador para ellos. Un acto simple para nosotros, para ellos, en el contexto de la ciencia, puede llegar a ser mágico.