Belleza, literatura y reinas

Luis Ángel Muñoz Zúñiga
Especial Diario Occidente

Desde el primer Reinado Nacional de La Belleza de 1937, los términos turismo, belleza y moda, tomaron significados unívocos, opacando la importancia histórica de Cartagena, tanto, que pareciera extinguirse la memoria de los precolombinos caribes, del comercio negrero esclavista en la conquista y de las crueldades de la colonia.

La ciudad sitiada a cañonazos a inicios del siglo XIX, los sacrificios de resistencia popular, los fusilamientos de líderes neogranadinos y la reconquista española, fueron relevados por los despliegues mediáticos sobre los reinados de belleza con sus desfiles en pasarelas y en carrozas por la ciudad.

Aunque las señoritas son candidatas representantes de departamentos con ancestros indígenas, mestizos y afros, los jurados del reinado han guiado la selección para la corona mediante valoraciones corporales grecolatinas, más preponderantes que preferir las ancestrales.

Se estandariza el rostro perfecto y las medidas corporales de noventa, sesenta, noventa, que inciden en la promoción de las cirugías plásticas para lograr figuras light.

La belleza espiritual, como otro requisito de selección, la suplen con cuestionarios ante las cámaras que miden conocimientos de memoria más que la formación profesional e intelectual de cada candidata.

Resistencia de Cartagena

Declarada la independencia ante la Corona Española por parte de la dirigencia criolla, erróneamente la Nueva Granada protagonizó la Época de la Patria Boba o de enfrentamientos entre centralistas, liderados por Antonio Nariño, y federalistas, liderados por Camilo Torres, en disputa por el poder.

La Metrópoli Española aprovechando esas pugnas políticas, decidió reconquistar la otrora colonia. Entonces nombró a Pablo Morillo para adelantar esa misión.

La reconquista española se inició por Cartagena, sometiendo la ciudad amurallada con disparos de cañones y la declaración de guerra, pero se encontraron con un pueblo dispuesto a morir antes que entregarse, que resistió durante varias semanas en la ciudad sitiada y sin alimentos.

Quienes resistieron hasta el final la arremetida española fueron fusilados en la plaza cuando los ejércitos realistas retomaron a Cartagena.

Siete décadas después, ya independientes y en ejercicio republicano, el cartagenero Rafael Núñez, Presidente de Colombia, promulgó la Constitución Política de 1886, dando inicio a un Estado centralista, ley de leyes que estuvo vigente hasta la aprobación de la Nueva Constitución de 1991 por parte de una Asamblea Nacional Constituyente.

Conceptos controvertidos

Belleza es uno de los conceptos más controvertibles y controvertidos en la historia de la cultura. Es controvertible porque se define desde diferentes ámbitos: la naturaleza, la poesía, la filosofía, la música, la pintura, la moda y la literatura.

En los Diálogos de Platón el concepto de belleza es el principal objeto filosófico de discusión entre maestro y discípulo.

La definición de la belleza ha evolucionado de acuerdo a los estereotipos impuestos en la sociedad por el desarrollo de su cultura.

La belleza es una adjetivación derivaba de la acción humana creativa, es decir, desde las miradas del arte, pero también se ha aplicado a la armonía de la naturaleza, por ejemplo, los paisajes.

El concepto de belleza no sólo sirve para calificar las cosas materiales y tangibles, también es señal de agrado ante los sonidos musicales, igual que expresa el impacto subjetivo de una personalidad humana.

Son bellas las piezas clásicas de grandes compositores (Beethoven, Mozart, Bach, Vivaldi, otros).

La belleza de la música es correlativa con nuestro oído. Una pintura es bella por el estimativo de nuestra vista. Una persona es bella por la aceptación entre sus amigos.

Moda y belleza filosófica

La belleza está determinada por estereotipos regionales, las modas y los valores sociales en cada época histórica, por ejemplo, durante décadas fueron consideradas bellas y por ende más apetecidas las mujeres voluptuosas, pero tiempo después por influencia de las actrices de cine y las modelos de la moda, fueron relevadas por las mujeres delgadas.

Así mismo, otrora las mujeres se avergonzaban por tener senos y glúteos pronunciados, hoy, por el contrario, las féminas con volúmenes escasos en esas partes similares, recurren a los implantes plásticos para hacerlas más notorias.

En el arte precolombino, por ejemplo, predominaba la figura obesa. Actualmente en el arte colombiano contemporáneo difieren simultáneamente esos conceptos de belleza en la pintura y la escultura, por ejemplo, mientras en la pintura de Darío Morales, la figura humana es natural, el estilo de Fernando Botero se fundamentaba en el arte figurativo presentando cuerpos con la exageración del volumen humano y las formas voluptuosas redondeadas.

Bello, útil y bueno

La definición de la belleza en la filosofía griega no se redujo a la simetría corporal de las personas, sino que se extendió a todas las cosas materiales, precisando que en ellas debían convergir lo bueno, lo bello y lo útil.

En uno de sus diálogos Platón define la belleza: “Un objeto sería bello si, por un lado, se manifiesta en él algún tipo de belleza de la inteligencia y, por otro, si el uso al que ha de servir fuera perfecta y claramente expresado en su seña, y los materiales con los que estuviera hecho fueran adecuados para su uso”.

Platón amplía esa definición en su Mito de la Caverna, donde indica que la belleza es tangible, universal, eterna e inmutable.

Belleza y literatura

La belleza ha sido inspiradora de la literatura. Ha fundamentado fábulas: “El patito feo”, “La bella y la bestia”, “Blanca Nieves”. Narraciones para jóvenes y adultos: El jorobado de Notre Dame, de “Nuestra Señora de París”, de Víctor Hugo; Remedios La Bella de “Cien Años de Soledad”, de Gabriel García Márquez.

También, los reinados de belleza, no han sido excluidos del merecimiento de inspiraciones poéticas: “Lo decíamos embriagadas/ y lo tuvimos por verdad/ que seríamos todas reinas/ y llegaríamos al mar” (Todas íbamos a ser reinas.

Gabriela Mistral). La belleza también llevó a que narradores de la literatura infantil, por ejemplo, Jairo Aníbal Niño (1941-2010), a la par de narradores de fábulas, optaran por escribir ensayos sobre el tema: “La belleza ha sido siempre un asunto fabuloso en la más amplia acepción del término. Es el deslumbramiento, el asombro ante una presencia que compromete entre el fulgor y el temblor a los sentidos y a los pensamientos. La belleza ha sido blanco de reflexión, necesidad que el hombre tiene de comprender lo maravilloso y no en pocas ocasiones motivo para fijar normas sobre lo bueno o sobre lo justo. La belleza es universal y permanece intacta con el paso del tiempo”. (Jairo Aníbal Niño. El Espectador. Noviembre 6 de 1988).

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