Podría ser una alarma silenciosa del estrés que muchos siguen ignorando
¿Dolor de cabeza constante?
El dolor de cabeza frecuente va más allá de una simple molestia pasajera.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mitad de los adultos en el mundo ha sufrido al menos un episodio de cefalea en el último año, siendo las mujeres las más afectadas.
Sin embargo, muchas personas han aprendido a vivir con este malestar sin saber que podría ser una señal de alerta del cuerpo frente al estrés o la ansiedad.
Uno de los tipos más comunes es la cefalea tensional, un dolor opresivo que suele sentirse como una banda ajustada alrededor de la cabeza, y que se puede extender al cuello, la frente o los hombros.
A diferencia de la migraña, que tiene un origen neurológico y síntomas como dolor pulsátil, en un solo lado de la cabeza o sensibilidad a la luz, la cefalea tensional está directamente ligada al desgaste físico y emocional.
“El estrés activa nuestro sistema nervioso y provoca la contracción de los músculos del cuello y la cabeza. Si ese estado se mantiene, la tensión acumulada se traduce en dolor”, explica la doctora Alexandra Vega, gerente Médica y de Farmacovigilancia de Genfar.
Este tipo de dolor suele aparecer tras una jornada laboral intensa, una discusión o incluso por mantener una mala postura durante horas.
Es más común al final del día, cuando el cuerpo empieza a liberar la tensión que ha acumulado.
Consejos para prevenir la cefalea tensional
Si bien un analgésico puede ofrecer alivio rápido, no resuelve el origen del problema.
Por eso, Genfar hace un llamado a adoptar hábitos que ayuden a reducir su frecuencia y mejorar el bienestar integral:
– Mantener una rutina de sueño constante, que favorezca la recuperación del cuerpo.
– Realizar actividad física al menos tres veces por semana.
Hacer pausas activas durante la jornada laboral.
Alimentarse de forma equilibrada y mantenerse hidratado.
Evitar la multitarea constante, una fuente silenciosa de estrés.
“No se trata solo de calmar el dolor, sino de identificar qué lo está provocando. Romper el ciclo del dolor de cabeza recurrente comienza por reconocer sus desencadenantes y actuar sobre ellos”, agrega la doctora Vega.
Cuando la cefalea se vuelve habitual o interfiere con las actividades cotidianas, consultar a un profesional es clave.
Un diagnóstico oportuno permite descartar otras causas y acceder a un tratamiento integral que combine lo físico, lo mental y lo emocional.
Ignorar el dolor o acostumbrarse a él puede traer consecuencias.
La cefalea crónica vinculada al estrés no solo afecta el rendimiento diario, sino que puede desembocar en trastornos de salud mental como la ansiedad o la depresión.
Por eso, reconocer los síntomas, buscar apoyo profesional y cuidar el equilibrio entre cuerpo y mente es esencial para recuperar el bienestar.