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¿Qué pasa cuando el cuerpo descansa pero la mirada permanece despierta?
Dormir es, en teoría, cerrar los ojos y desconectarse del mundo exterior. Sin embargo, existe un fenómeno extraño y poco conocido: algunas personas duermen con los ojos parcialmente abiertos, un trastorno llamado nocturnal lagophthalmos.
Quien lo presencia puede sentirse inquieto: la persona parece despierta, pero en realidad está sumida en el sueño.
El fenómeno en detalle
Dormir con los ojos abiertos ocurre cuando los párpados no se cierran completamente durante el sueño. Puede ser parcial —con un leve resquicio abierto— o total, en casos extremos.
Aunque para el durmiente es imperceptible, para quienes observan resulta perturbador: el cuerpo está quieto, respira lento, pero los ojos permanecen visibles.
Causas médicas
- Los especialistas señalan varias causas posibles:
- Debilidad en los músculos de los párpados.
- Problemas neurológicos que afectan los nervios faciales.
- Ojos prominentes, que dificultan el cierre completo.
- Herencia genética: en algunas familias es común.
Aunque no suele ser grave, puede generar sequedad ocular, irritación o incluso infecciones si no se trata.
Entre el sueño y la vigilia
Lo más curioso es que quienes duermen con los ojos abiertos no son conscientes. Sin embargo, algunos estudios sugieren que su cerebro podría estar más “alerta” que el promedio, como si nunca se desconectara del todo.
Esto abre la puerta a interpretaciones fascinantes: ¿podría este fenómeno ser una forma primitiva de vigilancia evolutiva, un mecanismo para dormir sin perder contacto con el entorno?
Interpretaciones culturales
En varias tradiciones, dormir con los ojos abiertos se ha asociado con capacidades sobrenaturales. En la Edad Media, se pensaba que estas personas “vigilaban” entre el mundo de los vivos y el de los sueños.
En culturas indígenas, se interpretaba como un don para estar en contacto con los espíritus. Incluso hoy, algunos lo ven como señal de “estar entre mundos”.
Viralidad en redes
Videos de personas que duermen con los ojos abiertos acumulan millones de reproducciones. El desconcierto que generan es inmediato: la mezcla de lo cotidiano con lo inquietante.
Los comentarios oscilan entre lo cómico (“parece que está monitoreando el sueño de todos”) y lo esotérico (“está conectado a otra dimensión”).
Ciencia y misterio
La ciencia lo explica como una condición neurológica o muscular, pero el misterio permanece: ¿por qué algunos cerebros parecen no apagar del todo la mirada?
Y lo más intrigante: ¿podría este fenómeno estar vinculado a parasomnias más extrañas, como la parálisis del sueño o el sonambulismo?
Dormir con los ojos abiertos es un recordatorio de que el sueño, lejos de ser un apagón simple, es un terreno lleno de rarezas.
Nos muestra que incluso en reposo, el cuerpo guarda enigmas. Y, quizás, que hay personas que nunca se desconectan por completo: vigilan el mundo desde el umbral entre la vigilia y el sueño.
Este artículo fue elaborado por un periodista del Diario Occidente con ayuda de la Inteligencia Artificial