Bienestar íntimo y salud sexual
Los errores más comunes al usar lubricantes íntimos
El uso de lubricantes íntimos se ha vuelto cada vez más común tanto en relaciones sexuales como en la masturbación, gracias a sus múltiples beneficios: mejora la experiencia, reduce la fricción y ayuda a prevenir molestias o lesiones.
Sin embargo, muchas personas cometen errores al utilizarlos que pueden afectar su eficacia o incluso causar problemas de salud.
En este artículo te contamos cuáles son los errores más comunes al usar lubricantes íntimos y cómo evitarlos.
1. Elegir el tipo de lubricante incorrecto
Uno de los errores más frecuentes es no elegir el tipo de lubricante adecuado para la situación.
Existen lubricantes a base de agua, silicona y aceite, y cada uno tiene sus características:
- A base de agua: seguros para usar con preservativos y juguetes sexuales, pero tienden a secarse más rápido.
- A base de silicona: duran más, ideales para sexo en la ducha, pero no deben usarse con juguetes de silicona.
- A base de aceite: no compatibles con preservativos de látex y pueden alterar el pH vaginal.
Elegir el lubricante equivocado puede causar rupturas en el condón, dañar juguetes sexuales o causar irritaciones
2. Usar lubricantes con ingredientes irritantes
Muchos lubricantes comerciales contienen ingredientes como glicerina, parabenos, fragancias o incluso espermicidas que pueden alterar el equilibrio del pH vaginal o causar irritación.
Este error es especialmente común en personas con piel sensible o propensas a infecciones vaginales.
Para evitarlo, opta por lubricantes naturales o con fórmulas hipoalergénicas, sin fragancias ni colorantes, y revisa siempre la etiqueta antes de comprar.
3. Aplicar muy poco (o demasiado)
Otro error común es no usar suficiente lubricante, lo que puede provocar fricción, dolor o pequeñas lesiones.
Por otro lado, aplicar demasiado puede hacer que la zona se vuelva demasiado resbalosa, afectando el control o reduciendo la sensibilidad.
La clave está en encontrar la cantidad adecuada según tus necesidades, y no tener miedo de reaplicar si es necesario.
4. No hacer una prueba de alergia
Aunque parezca innecesario, probar el lubricante en una pequeña zona de la piel antes del uso genital puede evitar reacciones alérgicas o irritaciones.
Muchas personas omiten este paso y luego experimentan incomodidad o ardor durante el sexo. Haz una prueba en el antebrazo y espera unos minutos para asegurarte de que no haya reacción.
5. No almacenar correctamente el lubricante
Guardar el lubricante en un lugar caliente o expuesto al sol puede alterar su fórmula. Un error común es dejarlo en el baño, donde la temperatura y humedad cambian constantemente.
Lo ideal es almacenarlo en un lugar fresco y seco, y verificar la fecha de caducidad antes de cada uso. Un lubricante vencido puede perder eficacia o causar irritación.
6. Creer que todos los lubricantes son seguros para todas las prácticas
No todos los lubricantes son apropiados para sexo anal, oral o el uso con ciertos juguetes. Por ejemplo, algunos no tienen buen sabor ni olor para el sexo oral, mientras que otros pueden dañar el látex o el silicón.
Lee siempre las instrucciones del producto y asegúrate de elegir un lubricante compatible con la práctica sexual que deseas.
Usar lubricantes íntimos correctamente puede marcar una gran diferencia en tu vida sexual.
Evitar estos errores comunes no solo mejora la experiencia, sino que también protege tu salud íntima.
Infórmate, elige el producto adecuado y úsalo de manera consciente para disfrutar al máximo con seguridad y placer.
*Este artículo fue elaborado por un periodista del Diario Occidente usando herramientas de inteligencia artificial.