Hernando Diez Marmolejo, Maestro del Agua

Gobernanza salvadora de vida

lunes 22 de septiembre, 2025

Luis Ángel Muñoz Zúñiga
Especial Diario Occidente

Hernando Diez Marmolejo, es un caleño que un día dejó la docencia institucional para dedicarse a enseñar en las comunidades rurales, directamente en sus entornos y así darles pautas salvadoras del líquido vital más preciado de la humanidad a los campesinos.

Nació hace 72 años en el tradicional barrio El Peñón. El haber visto la luz en una casa, donde las canciones de cuna de su madre estuvieron acompasadas por los sonidos naturales del río Cali, determinó su vocación y amor hacia la conservación de las corrientes fluviales.

Hizo estudios de bachillerato en el vanguardista Colegio Benjamín Herrera y los superiores en la Universidad Santiago de Cali, donde se tituló Licenciado en Ciencias Sociales. Así se alistó para emprender liderazgo social.

Diez Marmolejo, hoy nuestro entrevistado para la Página de Cultura de Diario Occidente, también hizo un Magister en Estudios Políticos en la Universidad Pontificia Javeriana.

Durante algún tiempo ejerció la docencia en el SENA, ejercicio que dejó pronto para asumir una misión más directa y convocatoria de las comunidades.

Recorrió corregimientos y veredas con varios proyectos de conservación de las siete cuencas hidrográficas de nuestro municipio, dejando su huella y legado, principalmente en “La Leonera”, teoría y práctico, fundamentos con que reivindica su misión de “Maestro del Agua”, una innovación conceptual suya reconocida en encuentros científicos o conferencias ambientalistas.

¿Recuerdos de infancia?

Añoro mi ciudad donde crecí cuando su población era de apenas 400 mil habitantes. Nací en una familia de seis hombres y tres mujeres, hijos de un mecánico empírico, cuyos saberes aplicó para construir talleres en Cartón Colombia y Celanese, dos importantes compañías industriales de la época.

Disfruté la infancia cuando apenas asomaba la televisión en blanco y negro y el parque congregaba a los niños para sus juegos.

En el colegio Benjamín Herrera aprendí la historia crítica de Colombia y guiado por el poeta y escritor Eutiquio Leal, incursioné en la lectura de “Cien Años de Soledad”.

¿Lecturas que influyen en tu misión?

Son varias. Pero quiero destacar a los autores del libro “El Oro Azul”, los canadienses Maude Barlow y Anthony Clarke, que exponen con claridad sobre el gigantesco negocio del agua, que beneficia a los poderosos, a grandes transnacionales, por ejemplo, Suez, Vivendi, RWE-Thames y Veolia, además, a las embotelladoras Coca Cola, Pepsi y Nestlé, entre otras, que promueven políticas privatizadoras

¿Estrategias salvadoras?

Reclamarle al Estado acciones tendientes a que los territorios del agua (cuencas y microcuencas, ríos…) sean rigurosamente cuidados y restaurados y, se conviertan en el centro de atención e inversión en sus planes de desarrollo.

Continuidad a la visión que propone el ordenamiento del territorio alrededor del agua. Independiente de la clase de gobierno y su ideología, reclamamos que el agua sea el elemento natural garante del buen vivir.

¿Propuestas curriculares educativas?

En este punto hacemos un llamado para ambientalizar la educación, “empapar” los currículos de todas las áreas del conocimiento, con el pensamiento y la acción ambiental.

Que articulen, fortalezcan y generen una alianza de educación formal y no formal, que crucen metodologías y experiencias.

Que promuevan seres humanos con consciencia, cuidadores de la biodiversidad, la vida en el planeta y nuestra casa común.

¿Misión de la universidad?

La universidad continúa rezagada, falta de debates que valoren más la educación ambiental para la formación integral del ser.

Que visualicen de manera significativa la confrontación del conocimiento académico con los problemas sentidos en las comunidades.

Que vinculen otras narrativas y miradas para investigar qué desarrollo requerimos en estos tiempos impactados por la complejidad y múltiples crisis, no atendidas por el denominado “desarrollo sostenible”.

La Universidad debe divulgar el pensamiento de Manfred Max Neef, que advierte que “el actual modelo de desarrollo es estúpido porque sabe lo que no se debe de hacer y, sin embargo, lo hace en contra de las evidencias avanza hacia el desastre”.

¿Ser Maestro del Agua?

“Maestros del Agua” es una estrategia integral de educación ambiental, formativa y de intervención en los territorios del agua, dirigida a productores, campesinos, hombres y mujeres, pobladores urbanos y rurales, empresas y empresarios, profesionales, líderes y lideresas, estudiantes en general, es decir, en las comunidades en y de las diferentes cuencas hidrográficas de los municipios de Colombia.

¿Objetivo de la estrategia?

Nuestro objetivo específico es el diálogo de saberes, despertar consciencia ambiental mediante la implementación de un Proceso de Formación y Acción Comunitaria en la ruralidad y luego en la ciudad.

Buscamos posicionar una nueva Cultura del Agua y el Voluntariado del Agua, para fortalecer los procesos de transformación y conservación de nuestros territorios del agua.

¿Es una gobernanza del agua?

Sí. La estrategia es formativa y de intervención participativa, fundamentada en una mirada holística, apuesta denominada “Gobernanza del Agua”, con la promoción de dinámicas socio-ambientales, “sanadoras del territorio”, justo en la línea del maestro Augusto Ángel que visualizó la cultura para transformar los territorios positivamente y no solo conservarlos.

Transformarlos en el sentido de entender que el mundo ha evolucionado hacia la triple crisis ambiental y que hay que rescatar la armonización de las relaciones naturaleza – sociedad.

¿Forja una nueva cultura?

Según la Unesco (2005), “la cultura de agua” es el conjunto de modos, estrategias y medios utilizados para la satisfacción de necesidades fundamentales relacionadas con el agua y con todo lo que depende de ella, incluyendo lo que se hace con el agua, en el agua y por el agua.

Se manifiesta en la lengua, en las creencias (cosmovisión, conocimientos), en los valores; en las normas y formas organizativas; en las prácticas tecnológicas y en la elaboración de objetos materiales; en las creaciones simbólicas (artísticas y no artísticas); en las relaciones de los hombres entre sí y de éstos con la naturaleza y en la forma de resolver los conflictos generados por el agua.

¿Llamado a los caleños?

Es la hora de entender, que el renacer del municipio, de la nueva ciudad Cali, Distrito Cultural…., su sostenibilidad y desarrollo, depende del agua, de la oferta en cantidad y calidad, como garante de la biodiversidad y soporte de los sistemas cultural y natural.

Es en conjunto y a una sola voz que emane de las entrañas del preciado líquido, que pidamos a gritos su protección, distribución equitativa y la sanación, en definitiva de los “territorios del agua”.

El cuidado de la casa común, empieza y termina en cuidar el agua.


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