José Aníbal Morales Castro, medio siglo de docencia y escritura

Ser maestro y vivir para contarlo

lunes 25 de agosto, 2025

Luis Ángel Muñoz Zúñiga
Especial Diario Occidente

A José Aníbal Morales Castro no sólo le bastó dejar legados en la enseñanza privada y pública.

Tras educar a más de cinco generaciones de jóvenes, quienes son gratos cada vez que lo encuentran en cualquier lugar de la ciudad, ahora que culmina su profesión nos narra por escrito sus memorias “Ser maestro y vivir para contarlo”.

Morales Castro sí acogió el aforismo de su editor Lizardo Carvajal de que “maestro que no escribe caduca”.

Sueños y utopías

En “Sueños y Utopías”, sus primeras memorias publicadas en 2003 por ediciones FAID, narró las experiencias iniciales del educador que emprende un camino con proyectos educativos desde el liderazgo en un grupo juvenil del barrio El Rodeo, vocación que continuó en el Colegio Santa Isabel de Hungría del barrio Alfonso López, maduró en el Colegio San Antonio María Claret y perfeccionó en los colegios públicos: Liceo Comercial de Yumbo, Santa Librada de Cali, Antonio José Camacho, Ciudad Modelo y la Institución Pública Rural de Golondrinas.

Memorias de Aníbal

José Aníbal Morales Castro, entrevistado para el Diario Occidente, dice que se retira de la docencia con la satisfacción del deber cumplido tras más de media vida en el magisterio, y anunció que el 29 de septiembre de 2025, hora 5 pm en la Biblioteca Departamental, lanzará “Ser maestro y vivir para contarlo”, obra que además de sus crónicas autobiográficas, contiene varios balances autocríticos del docente de ciencias sociales, del coordinador académico y el rector, y que presenta reflexiones pedagógicas etnográficas de la labor de los maestros durante los días difíciles del Covid 19.

Despedida solemne

El libro también trae notas de sus experiencias administrativas, argumentos de teoría de la justicia restaurativa, educación para la paz y un breve informe de su gestión, que fue interrumpida por decisión del entonces alcalde Jorge Iván Ospina, en su desempeño de Secretario de Educación Municipal.

El lanzamiento será en un acto solemne donde el autor se despide de sus exalumnos y sus colegas.

Los asistentes podrán expresarle sentimientos de gratitud, como alguna vez como premonición, el Padre José Fernando Tobón, Rector del Claret, expresó que “el maestro Aníbal haciendo gala de su condición de testigo y protagonista excepcional, decide ser escritor”.

¿Influencias pedagógicas?

“Fundamenté mi ejercicio profesional de docente durante más de medio siglo con las obras pedagógicas de destacados maestros universales: Paulo Freire, brasilero con una concepción de la educación popular, libertaria y dialógica; Henry Giroux, con su pedagogía crítica, basada en la asunción de responsabilidades sociales de los educadores; Pestalozzi, vanguardista de la escuela de las sensibilidades para los niños del siglo XVIII; Celestín Freinét y Maria Montessori, precursores de la escuela activa, entre otros”.

¿Legado escrito?

“A la par de formar juventudes y de administrar instituciones educativas, mi tiempo libre siempre lo ocupé en escribir ensayos críticos sobre la realidad del país, dedicados al público en general a través de las redes sociales.

Pero también produje crónicas y ensayos pedagógicos, legado representado por cinco obras bibliográficas: “Sueños y utopías. Memorias de un educador” (Poemia 2003), “La diabla y otras historias escolares. Los conflictos escolares a la luz de la justicia restaurativa” (Poemia 2011), “Teoría de la justicia restaurativa” (Poemia 2011). “Educación para la paz, las practicas restaurativas en la escuela del postconflicto” (Poemia 2016). “Castigo y sanción en la familia y en la escuela. Retos de una educación sin castigos y de la crianza amorosa” (Poemia 2021)”.

¿Seguimiento a la evolución educativa?

“En Colombia pasamos de la escuela del frontón, de la tiranía del maestro, a una escuela democrática y participativa, humanista y paidocéntrica.

La Ley 115 de 1994 institucionalizó este cambio revolucionario basado en los principios de la Constitución de 1991. A partir de 1984 se pasó de un sistema evaluativo numérico y cognitivo, a modelos cualitativos.

La promoción automática pretendía acabar con el fracaso escolar. Pero cuando volvemos a la evaluación cuantitativa, nos percatamos que estamos lejos de una verdadera educación y evaluación integrales.

Con la vigencia del decreto 1278 de 2002, hubo cualificación de los maestros, se titulan magisteres y doctores, hay mejoramiento salarial, pero reconozco que hay un retroceso pedagógico, porque se permitió que profesionales sin vocación ejercieran de maestros. Hay que volver a poner la pedagogía en el centro”.

¿Gestión del ex-Secretario?

“Mi lema fue propiciar el acercamiento del Maestro Secretario de Educación a las comunidades educativas: visité muchas instituciones públicas. Diagnostiqué las infraestructuras de los noventa y dos establecimientos oficiales de Cali. Combatí frontalmente la modalidad de la ampliación de cobertura contratada con colegios privados, sin mucho éxito debido a que el señor alcalde Jorge Iván Ospina, en su primer periodo 2008-2011, necesitaba que los concejales le aprobasen su proyecto de mega obras para la ciudad y eso estuvo condicionado a que prescindiera de este secretario defensor de la educación pública”.

Sed de estudiante

María Jimena Morales Velasco, hija del autor, radicada en París, escribe el prólogo.

Ella lo motiva mediante dos preguntas: “¿Qué hace que alguien desarrolle una pasión tan ferviente por enseñar?” “Qué hace que dedique 52 años de su vida no sólo a enseñar, sino a instruirse todos los días?” A reglón seguido, se responde: “Diría yo que hay una cierta sed del estudiante eterno, saciada continuamente, pero renaciente con cada vivencia. No solo fueron los estudios, no solo fue la pedagogía. Fue la madre, fueron las tías, los y las hermanas, el padre, la religión y el barrio. Fueron Víctor Hugo y Bourdieu. Camilo Sesto y Violeta Parra. Voltaire, Rousseau y Sofía Loren. Fueron las canicas, los zapatos rotos, el polvo y trabajar cuando era aún un niño. Fueron los padres claretianos y la alcaldía imperfecta. Fueron sus colegas y las preguntas de sus estudiantes. Fueron las leyes y la historia, el mundo cambiante”.


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