Inagotables miradas a “Cien años de soledad”

La Mancha y Macondo en franca lid

domingo 23 de abril, 2023

Especial Diario Occidente

Gabriel García Márquez con su novela “Cien años de soledad” (1967), le presentó a la literatura universal una ambiciosa obra jamás imaginada en cinco siglos desde publicado “El Quijote de La Mancha” (1605) de Miguel de Cervantes Saavedra. En franca lid, los lectores de las historias de Macondo superaron los de La Mancha. La cuarta novela de Gabo provocó una especie de nuevo renacimiento de las letras. A pocas semanas de publicada se disparó, más que una lluvia, un diluvio de lectores y de críticos inagotables, todavía imparables después de medio siglo del innovador fenómeno macondiano. Con sobrada razón podemos señalar que Cien años de soledad, más que el libro mayor que posesionó el Boom de La Literatura Latinoamericana, como no había ocurrido antes, contagió de fiebre lectora y provocó una pandemia de crítica ensayística que trascendió fronteras culturales. Es imposible referenciar o citar siquiera aproximadamente un número total de críticos que con diferentes miradas interpretaron los párrafos y le dedujeron problemas humanos. Aún continúan apareciendo más miradas críticas inagotables sobre las historias que los Buendía protagonizaron en Macondo y que en mínimo porcentaje relacionaremos en este informe de Cultura.

Valoración múltiple

Cuba no esperó que la Editorial Sudamérica de Argentina, que no daba abasto para satisfacer el mercado internacional de “Cien años de soledad”, le suministrara la novela, sino que la editó en sus propios talleres de Casa de Las Américas, en una primera edición de diez mil ejemplares, seguida pronto de una segunda de ochenta mil.

También convocó a varios críticos para que escribieran sus primeros ensayos sobre la obra literaria de García Márquez. Estos acogieron la convocatoria de tal manera que le permitieron al Centro de Investigaciones Literarias de Casa de Las Américas, en la Serie Valoración Múltiple, publicar los primeros cincuenta trabajos, entre los que destacaron:

“La cuerda floja” (Luis Harss), “Macondo un territorio mágico y americano” (José Miguel Oviedo), “Un novelista de la violencia americana” (Ángel Rama), “La vigilia dentro del sueño” (Mario Benedetti), “El Amadis de América” (Mario Vargas Llosa), “Macondo sede del tiempo” (Carlos Fuentes), “Anotado al margen de Cien años de soledad” (Ernesto Volkening). Configuró una antología breve. Pero el primer estudio independiente, más completo y profundo, titulado “García Márquez Historia de un deicidio” (1971), lo publicó Mario Vargas Llosa en Barral Editores.

Congreso Macondiano

A raíz del nombramiento y aceptación de García Márquez como Miembro Honorario del Instituto Caro y Cuervo, resolución 1308 del 3 de agosto de 1993, con la coordinación editorial y compilación de Juan Gustavo Cobo Borda, el instituto publicó dos volúmenes, cada uno de seiscientas páginas, titulado “Repertorio crítico sobre Gabriel García Márquez” (Editorial Yerbabuena). En el prólogo, Cobo lo denominó La Biblioteca de Macondo.

“Nuevas lecturas que aspiran al imposible libro ideal –escribe Cobo-, donde se recojan todos los sentidos”. La Universidad Nacional y el Instituto Caro y Cuervo, en homenaje a la obra, organizaron del 29 al 31 de octubre de 1997, el Congreso Nacional “Cien años de soledad, treinta años después”. Entre las ponencias, destacamos: “El judío errante en Cien años de soledad” (Sultana Wahnón); “La negredumbre en García Márquez” (Manuel Zapata Olivella), “Fuerza heurística de la atribución metafórica y plan sobrenatural en Cien años de soledad” (Juan Moreno Blanco), “Muerte y alquimia en Cien años de soledad” (Guillermo Samperio), “Gabriel García Márquez y la enseñanza de la literatura a niños” (Carolina Mayorga), “Un tarot para Macondo” (Andrés Marquínez Casas).

Ensayística garciamarquina

Gabriel García Márquez fue un escritor polifacético, como ninguno otro: propuso un nuevo romanticismo (Amor en los tiempos del cólera), la novela patriótica (El general en su laberinto), un monólogo dramatúrgico (Diatriba de amor contra un hombre sentado), entre otros. Los críticos le extraen bastante zumo a sus textos:

“La lengua ladina de García Márquez” (Margret S. de Oliveira Castro), “Tres mil años de literatura en Cien años de soledad” (Samuel García), “Imaginación y realidad en Cien años de soledad” (Augusto Escobar), “Constante de la historia de Latinoamérica en García Márquez” (Gustavo Alfaro), “Cien años de soledad, una interpretación” (Josefina Ludner), “El mundo mítico de Gabriel García Márquez” (Carmen Arnau) “García Márquez, la soledad y la gloria” (Oscar Collazos), “El misterio de los Buendía” (Guillermo Hernández), “Gabriel García Márquez, el caribe y los espejismos de la modernidad” (Orlando Araujo), “La medicina en la obra de García Márquez” (Fernando Sánchez Torres), “La astronomía en la obra de García Márquez” (José Antonio Mesa), “Gabriel García Márquez y el cine” (Gonzalo Restrepo), “García Márquez del humor y otros dominios” (Iván Ulchur Collazos), “Leer a García Márquez” (Conrado Zuluaga), entre otras infinitas listas de críticos.

Gabo y su autopresentación

“Soy escritor por timidez –se autodefinía Gabo-. Mi verdadera vocación es la de prestidigitador, pero me ofusco tanto tratando de hacer un truco, que he tenido que refugiarme en la soledad de la literatura. Ambas actividades, en todo caso, conducen a lo único que me ha interesado desde niño: que mis amigos me quieran más. En mi caso el ser escritor es un mérito descomunal, porque soy muy bruto para escribir. He tenido que someterme a una disciplina atroz para terminar media página en ocho horas de trabajo; peleo a trompadas con cada palabra y casi siempre es ella quien sale ganado, pero soy tan testarudo que he logrado publicar cinco libros en veinte años”.

Comments

Otras Noticias