Buscando mejorar la calidad de vida
Mitos y verdades para ir al psicólogo después de los 60 años
Buscar ayuda psicológica sigue siendo un tema tabú, especialmente entre las personas mayores de 60 años.
Aunque la terapia puede mejorar la calidad de vida y brindar herramientas valiosas para enfrentar los cambios propios de esta etapa, muchos aún dudan en acudir a un psicólogo para atender su salud mental.
A medida que envejecemos, es natural experimentar cambios físicos, mentales y emocionales que transforman la forma de vivir el día a día.
En esta etapa, es común enfrentar sentimientos de duelo o pérdida ante estas transiciones, y el apoyo psicológico puede ser fundamental para gestionar estos procesos y adaptarse a los nuevos desafíos.
Las barreras
Miriam Saavedra, psicóloga de los Centros Médicos Colmédica, identifica varias barreras que dificultan la búsqueda de apoyo psicológico, entre las más comunes se encuentran:
– Estigmas generacionales: durante muchos años, la salud mental fue un tema tabú, y eso deja cierta reticencia a hablar abiertamente sobre las emociones en esta etapa de la vida.
– Convicciones personales: puede que pienses que, si no resolviste ciertos problemas a lo largo de tu vida, ya no lo lograrás contándole tu historia a un tercero.
– Percepción de la terapia: a veces, se ve la terapia como un simple “consejo”, lo que hace que se subestime el valor real del proceso psicológico.
– Soledad y falta de apoyo: la ausencia de una red de apoyo familiar o social puede dificultar el acceso a citas o la continuidad en la terapia.
– Desconocimiento de los beneficios: quizás desconozcas los efectos positivos que el acompañamiento de un psicólogo puede aportar a tu bienestar, especialmente en esta etapa de la vida, lo que contribuye a que no busques ayuda.
Mitos sobre la terapia psicológica en personas mayores de 60 años
En esta etapa de la vida, de acuerdo con Miriam Saavedra, psicóloga de los Centros Médicos Colmédica, hay varios mitos que dificultan acudir al psicólogo. Algunos de los más comunes:
Mito. “A mi edad, nada me va a cambiar”
Realidad. Es común pensar que ya es muy tarde para aprender o mejorar, pero eso no es cierto. Nunca es tarde para crecer, sanar o descubrir nuevas formas de vivir.
La terapia puede ser una herramienta poderosa para ayudarte a encontrar satisfacción y paz en esta etapa de tu vida.
Mito. “No necesito ayuda psicológica”
Realidad. Es fácil pensar que, si no has resuelto tus problemas en todos estos años, nadie podrá ayudarte con un simple consejo.
Pero la verdad es que la terapia te brinda un espacio seguro para explorar tus emociones y aprender estrategias efectivas para enfrentar los desafíos que estás viviendo ahora.
Mito. “La terapia es solo para personas ‘locas’”
Realidad. A menudo se piensa que solo quienes enfrentan problemas graves deben ir al psicólogo.
Pero la verdad es que cuidar de tu salud mental es fundamental. Buscar ayuda es un acto de valentía, no de debilidad.
Todos enfrentamos desafíos y, a veces, hablar con alguien puede hacer una gran diferencia en tu vida.
Mito. “Yo puedo manejar mis problemas solo”
Realidad. Aunque ser autosuficiente es valioso, recibir ayuda puede hacer que el camino sea mucho más fácil.
No tienes que enfrentar tus desafíos en soledad. Hablar con un profesional puede brindarte nuevas perspectivas y herramientas para lidiar con lo que te preocupa, haciéndote sentir más acompañado en el proceso.
Claves para tomar la decisión de ir al psicólogo
Si estás pensando en tener el acompañamiento de un psicólogo, pero aún tienes dudas, estos son algunos consejos que nos brinda Miriam Saavedra, psicóloga de los Centros Médicos Colmédica, que pueden ayudarte a dar ese primer paso:
1. Infórmate sobre la terapia: indaga sobre los beneficios y el proceso de la terapia; te permitirá despejar temores y comprender mejor cómo puede mejorar tu bienestar emocional.
2. Habla con tus seres queridos: compartir tus pensamientos con personas cercanas puede proporcionar el apoyo necesario para dar el primer paso.
A veces, escuchar a alguien que te comprende puede marcar la diferencia.
3. No hay edad para mejorar: siempre es un buen momento para buscar ayuda.
La terapia no tiene edad, y cada etapa de la vida trae consigo retos únicos que pueden abordarse con apoyo psicológico.
4. Establece metas personales: antes de comenzar, piensa en qué áreas de tu vida te gustaría trabajar.
Tener claridad sobre tus objetivos puede hacer que la experiencia sea más efectiva y enriquecedora.
5. Elige un profesional con el que te sientas cómodo: la relación con tu psicólogo es clave para una terapia exitosa.
No dudes en buscar a alguien con quien te sientas a gusto y comprendido.
La terapia con un psicólogo en esta etapa de la vida aborda los problemas emocionales, y brinda estrategias para mejorar la calidad de vida y fomentar una mentalidad positiva, por lo que algunos beneficios de tener el acompañamiento psicológico son:
– Mejoras en tu relación con el entorno
– Aumenta tu seguridad y autoestima
– Proyección hacia el futuro.
– Te conviertes en un apoyo para otros.
– Recuperas tu rol en la familia.