Una pregunta que nos hacemos con frecuencia

¿Por qué somos como somos?

Foto: Pixabay
martes 6 de febrero, 2024

Por: Nadia Ibarra
Coach hipnoterapeuta clínica
@nadiaymascartagena

Imagino que inmediatamente tu mente se fugó a algún comportamiento que experimentas habitualmente o palabras que resuenan y en definitiva no has logrado eliminar. Y es que casi todos venimos arrastrando desde niños comportamientos, actitudes que en estos momentos de nuestra vida adulta ya no nos sirven o que incluso nos hacen daño.

Para saber por qué somos como somos, debemos saber quiénes hemos sido hasta hoy y lo que no deseamos seguir siendo para nuestra vida, entender el porqué, es aliviar y cuando comprendes que lo que pasó por tu mente, lo que viviste, experimentaste y la interpretación que diste en tu infancia o adolescencia es lo que ha desencadenado en ti los llamados patrones de conducta.

En este artículo quiero intentar que comprendas no sólo tu comportamiento sino por qué haces cosas que no comprendes o repites situaciones que repruebas de tus padres o las personas que estuvieron cerca de ti en tu edad temprana.

Iniciemos por entender qué es un patrón. Te aclaro un poco: un patrón es la repetición de una conducta aprendida, cuando apenas eras un bebé o un niño pequeño tu cerebro estaba aprendiendo, eras una esponja absorbiendo y grabando todo. Muchas de las reacciones como actitudes, modo de responder, de demandar, hablar, etc. son el resultado de una imitación a lo que viste que hacían los adultos cercanos a ti.

¿A lo largo de tu vida has notado que repites algo que sabes que decía tu madre o situaciones específicas donde respondes como tu padre? ¿O si eres padre, te sorprendes diciendo a tus hijos las mismas frases que te decían a ti?

Actuamos como ellos, nos volvemos una extensión de ellos, y lo peor es que terminas diciendo a ti mismo “¿por qué soy como soy, por qué repito esto o aquello que tanto me molesta?” Y no logras sacar y eliminar esos patrones, simplemente no logras hacerlo a base de fuerza de voluntad o desde la conciencia, porque tenemos en nuestra mente dos componentes: el consciente y el subconsciente. La mente consciente es la mente racional, es tu parte analítica, la parte pensante, está constantemente recibiendo información, la cual analiza y llega a conclusiones sobre si la entrada es falsa o verdadera. Por otro lado, la mente subconsciente es la parte más profunda de nuestro cerebro, donde almacenamos datos y comportamientos automáticos ya aprendidos, esta no piensa, no organiza la información de manera lógica, y no suele aplicar etiquetas verbales que tengan un sentido coherente para nosotros, tampoco regula si los datos que le estás suministrando son falsos o verdaderos, simplemente son recibidos y aceptados y asumidos como ciertos. En esta zona también almacenamos nuestros hábitos y creencias más arraigadas, esta zona trabaja como un ordenador, sólo con sus programaciones, que en este caso vendrían siendo nuestras experiencias de vida, todo lo que escuchaste, viste y viviste. Sin embargo, existe una parte denominada factor crítico este actúa como un guardián entre la mente consciente y el subconsciente, que tiene poder para aceptar o rechazar los nuevos programas que pretendemos instalar a través de una práctica realizada por un especialista en la materia.

Aclarado cómo se producen en nosotros los patrones, la pregunta es por qué no logro tener suficiente fuerza de voluntad para dejar una adicción, para bajar de peso o dejar un comportamiento no deseado. La respuesta es simple, es porque la programación negativa que existe dentro de tu mente subconsciente funciona muy similar a una computadora, pero es mucho más complejo tu software mental, tu MENTE SUBCONSCIENTE, que está programada para el éxito o fracaso de lo que deseas conseguir. Por ejemplo, si todo el tiempo estás pensando “No puedo perder peso”, una y otra vez durante determinado periodo de tiempo tu subconsciente se encargará de que tú nunca bajes de peso, ya que está realizando su trabajo, que es asegurar exactamente tus comandos mentales. De hecho, nuestro subconsciente envía continuamente señales a nuestra mente consciente como fruto de una comunicación subrepticia, comportándonos de cierta manera y no pudiendo explicar el porqué o los motivos de nuestra conducta.

Nadie puede presumir de haber tenido una infancia perfecta, casi todos llevamos consigo comportamientos que provienen del pasado, pero esto no tiene porqué ser así para siempre. El pasado pudo haber creado en ti unos patrones de comportamiento que te condicionaron, pero lo bueno es que podemos transformarlos si utilizamos las técnicas y herramientas adecuadas.


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