Pueden proporcionarnos pistas sobre nuestras emociones y miedos más profundos
¿Por qué tenemos pesadillas? La ciencia detrás del miedo
Las pesadillas son experiencias oníricas intensas y aterradoras que pueden dejar una huella emocional duradera.
Todos hemos tenido alguna vez un sueño angustiante que nos despierta con el corazón acelerado, pero ¿por qué tenemos pesadillas?
La ciencia ha estudiado estos fenómenos y ha descubierto algunas respuestas fascinantes detrás de los sueños y el miedo.
¿Qué son las pesadillas?
Las pesadillas son sueños que provocan una respuesta emocional negativa, como miedo, ansiedad o angustia.
A menudo ocurren durante la fase de sueño REM (movimiento ocular rápido), la etapa en la que los sueños son más vívidos.
Aunque cualquier persona puede tener pesadillas ocasionalmente, cuando estas se vuelven recurrentes o interfieren con la calidad del sueño, pueden considerarse un trastorno conocido como “trastorno de pesadillas”.
¿Por qué tenemos pesadillas?
Existen varias teorías y estudios que explican las razones detrás de las pesadillas, muchas de las cuales están relacionadas con nuestro bienestar emocional, físico y mental.
1. Estrés y ansiedad
El estrés es una de las principales causas de las pesadillas.
Las preocupaciones cotidianas, los problemas laborales, las relaciones personales y situaciones traumáticas pueden manifestarse en forma de sueños perturbadores.
Nuestro cerebro, incluso mientras dormimos, sigue procesando nuestras emociones y, a menudo, intenta resolver conflictos o situaciones estresantes a través de los sueños, aunque de una manera caótica.
2. Trauma y trastornos psicológicos
Las personas que han experimentado eventos traumáticos, como accidentes, abusos o la guerra, a menudo desarrollan pesadillas recurrentes.
Esto es especialmente común en personas con trastorno de estrés postraumático (TEPT), donde el trauma se revive en sueños, generando una gran angustia.
Las pesadillas se convierten en una forma en la que el cerebro intenta procesar el trauma, aunque de manera dolorosa.
3. Enfermedades y medicamentos
Algunas enfermedades que afectan al sistema nervioso, como la apnea del sueño, y ciertos medicamentos, especialmente los antidepresivos o los que afectan el sistema nervioso central, pueden aumentar la frecuencia de las pesadillas.
Estos fármacos alteran los ciclos del sueño y pueden afectar la calidad de los sueños.
4. Alimentos y estilo de vida
Aunque no es una causa directa, ciertos alimentos y hábitos pueden influir en la aparición de pesadillas.
Comer comidas pesadas o picantes antes de dormir puede aumentar la actividad metabólica y la temperatura corporal, lo que puede generar sueños más intensos.
Además, la falta de sueño o un horario de descanso irregular puede desregular los ciclos de sueño, haciendo que el cerebro entre en una fase REM más profunda, lo que incrementa la posibilidad de tener pesadillas.
¿Qué nos dicen las pesadillas sobre nuestro cerebro?
Las pesadillas tienen una función psicológica y evolutiva. Desde un punto de vista evolutivo, el miedo es una emoción primaria que ha ayudado a los seres humanos a sobrevivir.
Algunos científicos creen que las pesadillas podrían ser una forma de “entrenamiento” para enfrentar situaciones peligrosas en la vida real.
Al revivir peligros en nuestros sueños, el cerebro puede estar practicando respuestas emocionales y físicas para enfrentarse a amenazas reales.
¿Cómo reducir las pesadillas?
Aunque las pesadillas pueden ser angustiosas, existen estrategias para reducir su frecuencia:
1. Manejo del estrés
Practicar técnicas de relajación, como la meditación o la respiración profunda, puede ayudar a reducir el estrés y, con ello, la frecuencia de las pesadillas.
2. Terapia del sueño
Si las pesadillas son recurrentes y afectan la calidad del sueño, puede ser útil acudir a un especialista en trastornos del sueño o un psicólogo.
La terapia de ensayo de imágenes, por ejemplo, es una técnica efectiva que ayuda a las personas a reescribir el guion de sus pesadillas para hacerlas menos aterradoras.
3.Higiene del sueño
Mantener una rutina de sueño regular, evitar el consumo de alcohol y cafeína antes de dormir, y crear un ambiente de descanso adecuado pueden mejorar la calidad del sueño y reducir las pesadillas.
* Este artículo fue elaborado por un periodista del Diario Occidente usando herramientas de inteligencia artificial.