La extraña obsesión de quienes comen objetos imposibles

¿Sabías que hay gente que mastica piedras?

Foto: IA
martes 15 de julio, 2025

No es una broma, ni un reto de TikTok (aunque algunos lo convierten en eso).

Existen personas en el mundo que mastican y, en ocasiones, comen piedras, tierra, tiza, vidrio, pelo o yeso como si fueran alimentos cotidianos.

Lo hacen a escondidas, por placer, por ansiedad o porque sienten que algo dentro de su cuerpo lo necesita.

Esta conducta se llama Pica, y aunque poco se hable de ella, es más común de lo que parece.

Pica es un trastorno de la conducta alimentaria reconocido por la medicina, caracterizado por el deseo persistente de ingerir sustancias que no tienen valor nutricional.

Puede aparecer en niños, mujeres embarazadas o adultos con ciertas condiciones psicológicas.

Pero también, en redes sociales, está surgiendo una especie de subcultura de personas que se graban comiendo cosas inusuales como parte de una identidad o una atracción viral.

El impulso de comer lo incomible

Quienes padecen Pica suelen sentir una urgencia auténtica.

No es una excentricidad voluntaria, sino una necesidad que se vuelve incontrolable.

Algunos describen una satisfacción calmante al masticar texturas duras o suaves que “crujen” en la boca.

Otros lo comparan con una adicción o una respuesta a momentos de alto estrés.

Uno de los casos más conocidos fue el de un hombre en la India que fue operado y se le extrajeron más de 2 kilos de piedras del estómago.

Otro, en Rusia, afirmó masticar grava desde la infancia para calmar su ansiedad.

En varios países africanos, comer tierra arcillosa es una práctica cultural ligada a la creencia de que ayuda a la fertilidad.

Pica y cultura: entre ritual y enfermedad

Aunque el trastorno está documentado en contextos clínicos, también se manifiesta como costumbre ancestral.

En algunas comunidades, comer tierra o piedras blandas forma parte de rituales de purificación, duelos o transiciones de vida.

Lo que para la ciencia es una patología, para otras culturas es una expresión simbólica.

Esto abre el debate: ¿cuándo un comportamiento es enfermedad y cuándo es tradición? ¿Deben todas las conductas “raras” ser tratadas como anormalidades?

El boom en redes: entre fetiche, fascinación y morbo

En TikTok, YouTube y Reddit se han popularizado videos de personas masticando objetos no comestibles.

Algunos lo hacen como ASMR extremo (respuesta sensorial a ciertos sonidos), otros como parte de su vida real.

Hay canales enteros dedicados a ver cómo alguien mastica hielo, cal, plastilina o piedritas.

Aunque muchos de estos creadores advierten que no lo hacen en exceso o que solo mastican sin tragar, el límite entre performance y trastorno real es borroso.

Y eso genera preocupación entre expertos, que temen que se banalice una condición potencialmente peligrosa.

Riesgos reales para el cuerpo

Ingerir piedras o tierra puede provocar desde problemas dentales y lesiones en el tracto digestivo hasta infecciones parasitarias, anemia o bloqueo intestinal.

En algunos casos, la Pica se asocia a deficiencias minerales como el hierro o el zinc, lo que sugiere que el cuerpo podría estar intentando compensar un desequilibrio a través de la compulsión.

En niños, el riesgo se agrava: se han documentado casos de intoxicación por plomo debido a ingestón de pintura descascarada.

En adultos, el aislamiento social y la culpa también son consecuencias frecuentes.

Lo que dice la ciencia

Aunque no hay una causa única para la Pica, estudios psicológicos la relacionan con:

Trastornos obsesivo-compulsivos.

Ansiedad severa.

Embarazo (por cambios hormonales).

Condiciones del neurodesarrollo como el autismo.

Entornos de alta carencia nutricional o afectiva.

Es decir, comer piedras no siempre es un “problema raro”.

A veces es un síntoma de algo más profundo.

¿Es una moda peligrosa?

Como pasa con muchas tendencias virales, el riesgo está en la imitación sin información.

Lo que algunos ven como algo “fascinante o relajante”, otros podrían replicarlo sin entender los daños que conlleva.

Los profesionales recomiendan no normalizar ni romantizar esta conducta.

Si alguien lo hace en redes como entretenimiento, debe quedar claro que no es un acto seguro ni recomendable.

El tabú del Pica

Pocos hablan de esto. Quienes lo padecen sienten vergüenza, miedo o incomprensión.

Por eso es fundamental abordar el tema con empatía.

No con burla ni morbo, sino con el interés de entender cómo el cuerpo y la mente reaccionan al entorno y al dolor.

Porque quizá, cuando alguien mastica piedras, no está buscando destruirse… sino calmar algo que nadie ve.

Y ese es el verdadero tema que debemos empezar a masticar.

Este artículo fue elaborado por un periodista del Diario Occidente usando herramientas de inteligencia artificial.


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