“Ser mujer hoy es un acto de resistencia amorosa”
Mujeres que cambian el rumbo
Somos parte de una generación que ha tenido que reinventarse una y otra vez.
Ser mujer ya no significa permanecer en silencio ni cumplir un papel escrito por otros; hoy ser mujer es escribir nuestra propia historia, con las manos llenas de sueños y a veces también de cansancio.
Ya no somos solo las guardianas del hogar:
Somos madres que estudian de noche, mujeres que trabajan sin descanso, que crían con ternura y luchan con dignidad, que se atreven a opinar, a decidir, a ocupar espacios donde antes no se escuchaba nuestra voz.
Pero este camino no ha sido fácil. En cada paso hemos dejado algo: el tiempo para nosotras, los abrazos que se aplazan, el descanso que siempre parece esperar.
Hemos ganado derechos y reconocimiento, sí, pero también hemos sentido el peso de tener que ser fuertes todo el tiempo, incluso cuando lo que más necesitamos es simplemente ser sostenidas.
En lo público, hemos pasado de observar a participar, de callar a proponer, de obedecer a liderar.
Y sin embargo, este avance nos invita a una reflexión profunda:
¿Qué estamos construyendo cuando llegamos? ¿Qué tipo de poder queremos ejercer? Tal vez el verdadero desafío no sea ocupar los espacios de siempre, sino llenarlos de nueva humanidad, de empatía, de cuidado, de la sabiduría que nace de escuchar y acompañar.
Ser mujer hoy es un acto de resistencia amorosa. Es sostener la vida con las manos abiertas, es llorar y seguir, es cuidar sin perder la fuerza, es hablar con el corazón en medio del ruido del mundo.
Y sobre todo, ser mujer hoy es no olvidar que ninguna camina sola. Que lo que una logra, todas lo sentimos; que lo que una sufre, todas lo sabemos.
Porque cada paso que damos hacia adelante lo hacemos por las que vinieron antes y por las que aún están por venir.
Instagram: @angelataveraoficial