Cuando el miedo al éxito puede ser más fuerte que el miedo al fracaso
Por qué hay personas que se auto sabotean justo antes del éxito
¿Alguna vez has estado a punto de lograr algo grande y, sin saber por qué, tomas decisiones que te alejan de esa meta? Tal vez pospusiste una entrega importante, cancelaste una entrevista o simplemente dejaste de intentarlo justo cuando todo iba bien.
Este comportamiento tiene un nombre: autosabotaje. Y aunque parezca irracional, es más común de lo que crees, especialmente cuando el éxito está a la vuelta de la esquina.
En este artículo exploraremos por qué algunas personas se auto sabotean justo antes de alcanzar el éxito y cómo puedes identificar y romper ese patrón limitante.
¿Qué es el autosabotaje?
El autosabotaje es cualquier conducta consciente o inconsciente que interfiere con tus metas, sueños o bienestar.
A menudo se manifiesta como procrastinación, inseguridad, dudas persistentes o decisiones impulsivas que terminan destruyendo oportunidades valiosas.
Aunque parezca una contradicción, muchas personas temen tanto al éxito como al fracaso. La posibilidad de tener éxito implica cambio, responsabilidad y exposición. Y eso puede ser aterrador.
Miedo al cambio y a lo desconocido
El éxito trae consigo transformaciones: nuevos roles, mayor visibilidad, cambios en las relaciones personales o laborales. Para quienes han vivido mucho tiempo en la zona de confort, incluso si esta incluye frustración o mediocridad, el cambio puede sentirse como una amenaza.
El cerebro humano busca seguridad, y todo lo que representa una ruptura con lo conocido puede activar una respuesta de alerta.
Así, incluso si racionalmente deseamos triunfar, emocionalmente podemos boicotear ese proceso para evitar el vértigo que trae el cambio.
Sentimientos de no merecimiento
Otra razón frecuente del autosabotaje es la creencia de no merecer el éxito. Esta idea suele tener raíces profundas en la infancia o en experiencias pasadas donde la persona recibió mensajes negativos sobre su valor o capacidades.
Frases como “no soy lo suficientemente bueno”, “seguro se van a dar cuenta de que no valgo tanto” o “esto es demasiada suerte” son señales de un síndrome del impostor activo, que sabotea cualquier logro antes de que se concrete.
Miedo al juicio o la crítica
El éxito conlleva exposición. Ser visto, reconocido o admirado también puede implicar ser criticado, comparado o envidiado.
Para algunas personas, el temor a fallar públicamente o decepcionar a otros las lleva a evitar situaciones donde podrían brillar.
En este caso, el autosabotaje actúa como una forma inconsciente de protección: si no lo intento, no tengo nada que perder.
El placer a corto plazo vs. metas a largo plazo
A veces, el autosabotaje se disfraza de decisiones aparentemente inofensivas: salir de fiesta antes de un examen, posponer un proyecto para ver una serie o dejar pasar una oportunidad por “no sentirse listo”. Este comportamiento responde al deseo de gratificación inmediata, que compite con las metas a largo plazo.
Superar este impulso requiere disciplina emocional, claridad de propósito y, muchas veces, trabajo terapéutico.
El autosabotaje no es pereza ni torpeza, sino una estrategia de defensa ante miedos más profundos. Reconocerlo es el primer paso para superarlo. Si te has visto frenándote justo antes de alcanzar algo grande, no te castigues: pregúntate qué estás temiendo realmente.
A veces, no tenemos miedo de fallar. Lo que realmente nos asusta es darnos cuenta de que sí somos capaces de lograrlo.
*Este artículo fue elaborado por un periodista del Diario Occidente usando herramientas de inteligencia artificial.