Peligro silencioso
Aumenta caracol gigante africano en Cali: dónde se encuentra y cómo actuar si lo ve
En Cali, la temporada de lluvias no solo trae crecientes e inundaciones. También facilita la aparición del caracol gigante africano, una especie invasora que se reproduce rápidamente y representa un riesgo para la salud pública y el medio ambiente.
Su presencia fue reportada en varias zonas urbanas y rurales del Valle del Cauca, donde las autoridades encendieron las alarmas.
El caracol gigante africano, conocido científicamente como Lissachatina fulica, es originario de África oriental. Su caparazón puede alcanzar hasta 13 centímetros y tiene una apariencia llamativa, con colores que van del violeta oscuro al amarillo claro.
Aunque es principalmente herbívoro, en condiciones de cautiverio puede consumir hasta desechos animales y excrementos.
¿Por qué es peligroso?
Este caracol no es solo una amenaza para cultivos y ecosistemas locales. También actúa como transmisor de enfermedades peligrosas para los humanos.
Entre ellas se encuentran la meningitis eosinofílica y la angiostrongiliasis abdominal, ambas causadas por parásitos que pueden alojarse en su interior.
Además, su baba contiene bacterias que pueden afectar gravemente a personas con sistemas inmunológicos debilitados.
Las autoridades ambientales advierten que el contacto directo con el caracol o su baba debe evitarse por completo. En caso de encontrarlos, se recomienda el uso de guantes y su recolección debe hacerse bajo protocolos especiales.
No se deben emplear venenos, ya que pueden generar contaminación y afectar otras especies. Este llamado es especialmente importante para comunidades donde se acumula basura, escombros o heces de animales, condiciones que favorecen su reproducción.
Control ciudadano y prevención
Frente a esta situación, entidades como la Secretaría de Salud Pública y organizaciones ambientales están promoviendo campañas informativas.
El objetivo es que los ciudadanos aprendan a identificar la especie, eviten el contacto y reporten cualquier avistamiento. Las acciones comunitarias son clave para frenar su propagación y evitar consecuencias mayores.
Además, expertos en fauna exótica insisten en que la velocidad con la que se reproduce este caracol requiere medidas inmediatas.
Cada ejemplar puede producir cientos de huevos al año. Esto convierte cualquier foco de infestación en un problema grave si no se controla a tiempo.