Y un jardín de 648 plantas polinizadoras
De la tala de un caucho a la siembra de un caracolí: el nuevo paisaje del Parque del Perro
El histórico Parque del Perro, en el barrio San Fernando de Cali, comienza una nueva etapa con la reposición del centenario árbol de caucho, que fue talado en marzo pasado debido a problemas fitosanitarios.
Este emblemático espacio fue revitalizado gracias al trabajo conjunto entre el Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente, Dagma, la empresa Sura, adoptante del parque, y la comunidad local.
El proyecto incluye la siembra de un árbol caracolí (Anacardium excelsum), una especie nativa del bosque seco tropical que promete proporcionar sombra y refugio para la fauna urbana en los próximos años.
Además, se instaló un jardín de polinizadores conformado por 648 plantas melíferas, como lirios negros, heliconias y cupeas, que atraerán a mariposas, abejas, colibríes y murciélagos, enriqueciendo la biodiversidad de la zona.
El regreso de la vida al Parque del Perro
El antiguo árbol de caucho, símbolo del parque por casi un siglo, dejó un vacío no solo paisajístico sino también emocional para los habitantes del barrio San Fernando.
Su talado, realizado por el avanzado deterioro de sus raíces, motivó a la comunidad y a las entidades involucradas a buscar una solución que respetará el carácter ambiental y estético del parque.
La elección del caracolí no fue casual. Este árbol, de gran tamaño y valor ecológico, no solo es ideal para las condiciones del ecosistema local, sino que también representa un compromiso con la restauración de áreas verdes en la ciudad.
Su presencia garantizará un hábitat adecuado para aves y pequeños mamíferos que forman parte de la fauna del sector.
El jardín de polinizadores, por su parte, no solo embellece el lugar, sino que juega un papel clave en el equilibrio ambiental al atraer especies que contribuyen a la polinización de las plantas.
Este regalo de Sura busca mitigar el impacto paisajístico de la pérdida del caucho, convirtiendo el parque en un espacio más dinámico y sostenible.
Un compromiso compartido
La participación de la comunidad en este proyecto es esencial. José Julio Zamorano, vecino del sector, destacó la importancia de cuidar este nuevo símbolo del parque, comprometiéndose, junto con sus vecinos, a proteger al “nuevo residente”.
Por su parte, Lina Marcela Botía Muñoz, subdirectora de Ecosistemas del Dagma, invitó a los caleños a preservar las zonas verdes de la ciudad y buscar apoyo en las autoridades ambientales para realizar cualquier intervención en estos espacios.
Con estas acciones, el Parque del Perro se renueva como un lugar de encuentro para caleños y turistas, promoviendo el respeto por la naturaleza y fomentando actividades al aire libre en un entorno revitalizado.