Más de 400 caleños pasaron por la Escuela de Participación y ahora buscan incidir en sus territorios
La Escuela de Participación Ciudadana, impulsada desde la Secretaría de Desarrollo Territorial y Participación Ciudadana a través de su Subsecretaría de Promoción y Fortalecimiento de la Participación, cerró su más reciente ciclo de formación con un balance que puso en evidencia el alcance territorial y poblacional de la estrategia en el Distrito Especial de Santiago de Cali.
Durante el proceso, la iniciativa llegó a 413 personas pertenecientes a distintos sectores sociales, con espacios de capacitación orientados a fortalecer el ejercicio de derechos, el liderazgo comunitario y el uso de los mecanismos de participación ciudadana.
La estrategia, alineada con el Plan de Desarrollo, desarrolló encuentros de formación, diálogo y aprendizaje dirigidos a 13 grupos poblacionales, entre ellos jóvenes, mujeres, adultos mayores, población LGBTIQ+, víctimas, firmantes de paz y comunidades rurales.
Las jornadas se extendieron durante tres meses y combinaron contenidos teóricos con herramientas prácticas para la acción comunitaria.
Participación territorial
El proceso formativo priorizó once grupos poblacionales y logró impactar a 13 grupos de valor.
La fase inicial incluyó actividades de convocatoria y caracterización, con el fin de identificar liderazgos y necesidades específicas en cada sector.
Según la Secretaría de Desarrollo Territorial y Participación Ciudadana, la Escuela no se limitó a explicar el funcionamiento de los mecanismos de participación, sino que buscó fortalecer capacidades para formular proyectos, gestionar iniciativas y establecer un diálogo más efectivo con el Estado.
La secretaria de Desarrollo Territorial y Participación Ciudadana, Maritza Aponzá Zapata, señaló que el enfoque práctico fue uno de los ejes del proceso. “Esta Escuela es de gran utilidad para la ciudadanía porque no solo explica el funcionamiento de los mecanismos de participación, sino que también ofrece herramientas prácticas para ejercer derechos, fortalecer liderazgos comunitarios, formular y gestionar proyectos, y establecer un diálogo efectivo con el Estado”, afirmó.
La diversidad de los participantes reflejó el alcance del programa. Del total de personas formadas, 70 fueron jóvenes, 66 mujeres, 66 integrantes de Juntas de Acción Comunal y asociaciones comunales, 49 adultos mayores, 39 miembros de instancias de participación distrital, 32 personas de la población LGBTIQ+, 25 de nuevas ciudadanías en zona rural, 23 afrodescendientes, 20 personas con discapacidad, 10 víctimas del conflicto y 10 firmantes de paz.
Jóvenes, liderazgo y enfoque diferencial
Uno de los componentes priorizados fue la formación a jóvenes, con la participación de 70 personas provenientes de las 22 comunas y los 15 corregimientos de Cali.
En este grupo, los contenidos se enfocaron en Mecanismos de Participación Ciudadana y en Liderazgo y Empoderamiento Comunitario con Enfoque Diferencial.
Desde la Secretaría se resaltó que la formación de jóvenes busca ampliar la participación informada y fortalecer la toma de decisiones colectivas en los territorios.
Para Maritza Aponzá Zapata, “una ciudad con ciudadanía formada participa mejor, toma decisiones con mayor conciencia y construye soluciones colectivas para su territorio”, una idea que, según indicó, sustenta la apuesta por formar nuevas generaciones en temas de participación.
Desde los espacios comunitarios, los participantes coincidieron en la utilidad del proceso. Gloria Amparo Ariza, integrante de la Mesa Municipal de Mujeres de Cali, afirmó que el reto ahora es llevar esos conocimientos a las comunidades y convertirlos en herramientas para que más personas ejerzan sus derechos.
A su vez, Luz Estefanía González, joven del corregimiento El Hormiguero, destacó el impacto personal de la experiencia: “Es un crecimiento personal gigante, porque toda la experiencia que me están brindando mis compañeros, todo me aporta; cada cosita es algo nuevo para mí”.
El módulo de Formulación y Gestión de Proyectos Comunitarios fue transversal a todos los grupos poblacionales y se consolidó como uno de los ejes más fortalecidos, junto con el componente jurídico.
El proceso formativo continúa con los grupos de víctimas, personas con discapacidad y firmantes de paz hasta el 20 de diciembre de 2025, fecha en la que se realizará el acto de cierre con entrega de certificados y reconocimientos a los participantes.