Empresa de servicios públicos presentó balance del año
De la crisis a la recuperación: el nuevo mapa de Emcali tras dos años de gestión
Emcali presentó su informe de gestión 2025, un balance marcado por el mejoramiento de sus estados financieros, las inversiones en sus áreas misionales y los avances en la atención al cliente.
La empresa, que venía de años de rezago operativo y deterioro institucional, mostró resultados que reflejan una ruta de recuperación.
El alcalde Alejandro Eder destacó que Emcali pasó de ser la quinta a la tercera empresa más grande del Valle en tamaño y desempeño económico, un cambio que se suma a la recuperación de la confianza ciudadana y al fortalecimiento de su rol estratégico en la ciudad.
La gerencia, encabezada por Roger Mina, reforzó ese punto: EMCALI está actuando bajo tres ejes estratégicos —usuarios en el centro, sostenibilidad financiera y sostenibilidad ambiental— y cada frente empieza a mostrar resultados medibles.
“No venimos a decir que todo está perfecto; venimos a mostrar avances concretos y retos grandes que requieren soluciones inmediatas”, expresó el gerente, recordando que muchos de los problemas acumulados superan la capacidad financiera actual de la empresa y exigen corresponsabilidad nacional.
El balance área por área revela un panorama integral: avances visibles, cifras alentadoras y desafíos estructurales que marcarán el rumbo de la empresa en los próximos años.
Energía: Cerca de 2.000 hogares solares
El componente de energía presentó uno de los mayores saltos cualitativos. La empresa instaló cerca de 2.000 soluciones solares en viviendas de estratos 1 y 2 en Llano Verde y Potrero Grande, uno de los proyectos sociales más significativos de la actual administración.
Las familias beneficiarias reportan reducciones sustanciales en sus facturas, estabilidad en el servicio y la posibilidad de vender excedentes a la red.
Para hogares con emprendimientos intensivos en energía, como talleres textiles o comedores comunitarios, el impacto es inmediato.
En alumbrado público, el cambio es notorio: Cali modernizó 55.000 luminarias LED, un promedio anual superior a 25.000 unidades, frente al histórico de 2.500 a 5.000 por año. La ciudad, que llegó a estar parcialmente a oscuras, recuperó corredores, parques y espacios vecinales que hoy cuentan con tecnología más eficiente, duradera y con menor consumo energético.
El salto hacia la generación eléctrica marca otro hito. El Parque Solar Mulaló, con 70 MW proyectados, ya cuenta con aprobación técnica y está próximo a recibir licencia ambiental definitiva.
EMCALI también avanza en un portafolio de pequeñas centrales hidroeléctricas y proyectos de biomasa, con la meta de dejar atrás su rol exclusivo como distribuidora y comercializadora. El objetivo es convertirse en un actor relevante en el mercado nacional.
La estrategia energética revela una visión de largo plazo: diversificar fuentes, reducir dependencia del mercado mayorista y convertir la generación en una fuente de sostenibilidad financiera para la empresa y para Cali.
El gerente de Energía, José David Insuasti, resumió el alcance de este cambio: “Estos programas de autogeneración y generación distribuida le permiten a Emcali pasar de ser un actor del pasado a liderar el futuro energético del Valle”.
El gerente general, Roger Mina, complementó: “Necesitamos mirar la energía no solo como un servicio, sino como un derecho que transforma vidas. Ese es el norte de esta unidad”.
Acueducto y alcantarillado: avances urgentes
El negocio de acueducto y alcantarillado es financieramente el más sólido de EMCALI: su margen EBITDA supera el 40% y genera ingresos cercanos al billón de pesos.
Sin embargo, carga con uno de los rezagos de infraestructura más graves de la ciudad. De los 7.000 km de redes, la mitad supera los 30 años de antigüedad.
Muchas tuberías ya cumplieron su vida útil y algunas, fabricadas en materiales acartonados, se fracturan con la presión natural del sistema.
Este deterioro se refleja en una cifra alarmante: más de 1.300 daños al mes.
Otro indicador crítico son las pérdidas de agua, que superan el 50%. En términos operativos, EMCALI pierde la mitad de lo que potabiliza, un nivel insostenible para cualquier empresa de servicios públicos.
A pesar de este panorama, la unidad reportó avances concretos: 28,5 km de redes recuperadas este año, con intervenciones profundas en las comunas 20, 1, 18 y en barrios como Terranova Dorado, San Joaquín, Obrero y La Selva.
Una de las obras más simbólicas fue la recuperación del canal de aguas lluvias de la 39, que por décadas causó inundaciones, olores ofensivos y problemas de salud pública.
El mayor desafío es la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Cañaveralejo. Cali necesita $400.000 millones para terminar el tratamiento primario y $2 billones para culminar el tratamiento secundario.
Sin estas inversiones, la ciudad no podrá cumplir los estándares ambientales del río Cauca.
El gerente de Acueducto y Alcantarillado, Marco León Villegas, lo explicó así: “Tenemos un sistema robusto, pero envejecido. La mitad de las redes superan los 30 años. La ciudad requiere inversiones urgentes para garantizar continuidad y calidad”.
El gerente general, Roger Mina, enfatizó la dimensión estratégica: “El agua es el corazón del servicio público. Si no resolvemos la PTAR, Cali no podrá avanzar hacia un modelo ambientalmente sostenible”.
Telecomunicaciones: estabilización financiera y expansión digital
Telecomunicaciones era, desde hace años, la unidad más crítica de EMCALI. Durante una década acumuló cerca de $1 billón en pérdidas, y solo en 2023 registró un déficit de $143.000 millones. El negocio llegó a operar con ingresos similares al costo total de su planta de personal.
En este periodo, la empresa tomó decisiones complejas: desmonte de centrales obsoletas, reestructuración de procesos, reducción de costos y modernización tecnológica.
Como resultado, la pérdida se redujo casi a la mitad y la unidad dio un giro relevante: hoy la red cuenta con 92% de cobertura en fibra óptica.
La conectividad pública también creció con zonas Wi-Fi en el centro, el CAM, el Parque del Perro y otros puntos estratégicos.
La empresa proyecta ampliar la red para fortalecer espacios comunitarios y educativos.
El gerente de Telecomunicaciones, Roberto Carlos Angulo, señaló: “Recibimos una unidad con pérdidas históricas. Tomamos decisiones difíciles, pero hoy tenemos 92% de fibra óptica y una operación mucho más eficiente”.
Desde la gerencia general, Roger Mina añadió: “La transformación digital de Emcali es clave para cerrar brechas educativas y sociales. La conectividad ya no es un lujo; es un servicio esencial”.
Usuarios, talento humano y operación
El modelo de atención al usuario también experimentó cambios de fondo. EMCALI operaba con un centro de atención que no cumplía los lineamientos de la Superintendencia y carecía de personal suficiente.
Hoy, la empresa cuenta con un contact center 24/7 con 150 agentes y un nivel de respuesta superior al 98%.
La ciudad ya cuenta con oficinas remodeladas en Cali 14, Colón y el centro principal, y la página web se transformó en un centro de experiencia digital.
En operación, uno de los dolores más antiguos —el parque automotor deteriorado— empezó a resolverse. EMCALI obtuvo $50.000 millones aprobados para renovar los vehículos operativos.
En gestión humana, la edad promedio de la planta pasó de 55 años (2023) a 52 años (2025), con programas de retiro que permitieron reducir costos laborales en más de $7.000 millones.
Cifras de la recuperación
La utilidad operacional creció 48,6% entre 2024 y 2025. El EBITDA aumentó 13,8%, reflejando mayor eficiencia en los negocios principales y la reducción progresiva de las pérdidas en telecomunicaciones.
La transformación en primera persona
Más allá de las cifras, la rendición de cuentas le dio espacio a las voces de quienes viven a diario los cambios en sus barrios.
Para muchas familias, la transformación se mide en la factura que baja, en la calle que deja de inundarse o en el tiempo que ya no se pierde esperando que “el sistema se caiga” en un centro de salud.
En Llano Verde, Ana Banguero contó cómo los paneles solares impactaron su economía familiar y su emprendimiento: antes, buena parte de las ganancias se iba en pagar energía; hoy, con la autogeneración, la factura se redujo de forma sustancial y los excedentes se venden a la red.
“La energía prácticamente es gratis”, relató, destacando además el aporte ambiental de esta tecnología.
En el comedor comunitario Paz y Amor, Paola Peña recordó los días en que debía recargar su contador prepago cada pocos días, sin certeza de continuidad en el servicio.
Con el programa de hogares energéticamente sostenibles, lleva varios meses sin recargar y puede concentrarse en lo esencial: alimentar a más de 200 personas de su comunidad.
Para ella, el proyecto “les cambió totalmente la vida” y debería llegar a más barrios y municipios.
En Pasoancho, Rosa Rengifo resumió décadas de dificultades por las inundaciones del canal de aguas lluvias de la 39: viviendas deterioradas, malos olores, zancudos y riesgo permanente para peatones y conductores.
Hoy, tras la intervención de Emcali, el relato es distinto: el canal dejó de desbordarse, las calles ya no se anegan y el entorno es más seguro y salubre.
En la comuna 15, Víctor Rentería explicó cómo la conectividad cambió la dinámica en colegios, bibliotecas y centros de salud.
La instalación de fibra óptica y puntos Vive Digital permitió que estudiantes accedan a plataformas educativas y que los usuarios de salud ya no escuchen la frase recurrente de “el sistema está caído”.
Para los líderes comunitarios, estas mejoras muestran que la tecnología puede ser una herramienta real de inclusión.
El gerente general, Roger Mina, destacó el papel de los vocales de control y de las organizaciones sociales que acompañan estas transformaciones: son ellos quienes verifican en terreno la calidad de las obras y ayudan a orientar las prioridades de inversión.
La combinación entre decisiones técnicas y participación ciudadana es, según la gerencia, uno de los factores que explican el cambio de percepción frente a la empresa.
Lo que está en juego
El balance muestra una empresa que todavía enfrenta desafíos estructurales —financiación de la PTAR, modernización de redes, consolidación financiera de telecomunicaciones— pero también una organización que recuperó dinámica, ejecutó obras visibles y empezó a corregir rezagos históricos.
“El desafío es enorme, pero el camino comenzó. Emcali será determinante para la recuperación de la ciudad” concluyó Mina.