Autoridades investigan
Nueve jóvenes se fugaron del Buen Pastor en Cali: esto es lo que se sabe
La fuga de nueve menores del Centro de Atención Especializada, CAE, Buen Pastor en Cali puso nuevamente en evidencia la falta de seguridad en estos centros.
El personero, Gerardo Mendoza, advirtió que estos incidentes continuarán si no se toman correctivos urgentes por parte de los operadores y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF.
El escape ocurrió en la madrugada del jueves 6 de febrero de 2025.
A las 2:15 a.m., el coordinador de formadores del CAE Buen Pastor alertó a la Policía de Infancia sobre la evasión de un grupo de internos.
Al inspeccionar las instalaciones, se encontraron sábanas atadas a los muros colindantes con la cárcel de Villahermosa.
Tras un conteo, se confirmó la ausencia de nueve jóvenes, todos con antecedentes por delitos como homicidio, porte ilegal de armas, violencia intrafamiliar y acceso carnal violento.
Fallas en seguridad y control interno
Este no es un caso aislado. Mendoza recordó que las fugas en los CAE fueron denunciadas en múltiples ocasiones sin que se implementen soluciones efectivas.
Además, mencionó el motín ocurrido recientemente en el CAE Valle del Lili, donde varias internas protagonizaron disturbios que pusieron en riesgo la seguridad del personal y de otros jóvenes.
Para el personero, las fallas de seguridad en los CAE responden a la falta de coordinación entre las instituciones encargadas.
La Fundación Munay, operadora del CAE Buen Pastor, es responsable de garantizar el control interno, mientras que la Policía debe vigilar los alrededores.
Sin embargo, Mendoza afirmó que sin una articulación adecuada con la Personería, la prevención de estos incidentes será insuficiente.
Contrabando y deficiencias en los controles
Otro problema dentro de los CAE es el ingreso de objetos prohibidos, aseguró el personero.
En las requisas recientes se encontraron armas cortopunzantes, celulares y dinero en efectivo.
La presencia de estos elementos plantea dudas sobre cómo ingresan y quién los facilita.
Mendoza insistió en la necesidad de mejorar los controles para evitar riesgos que afectan la seguridad y convivencia dentro de estos centros.
Mientras las autoridades continúan la búsqueda de los menores evadidos, persiste la preocupación sobre la seguridad en los CAE.
Las fugas y disturbios evidencian la necesidad de aplicar medidas efectivas que refuercen la protección de los internos y el personal.