Del quirófano al ‘quiebro-fano’: el médico que olvidó que tenía hija

Por Ángela María Caicedo
Abogada, Conciliadora y Comunicador Social-Periodista

¿En la guerra y el amor todo se vale? Tal vez. Pero en el divorcio… las artimañas son un arma peligrosa, sobre todo cuando hay hijos de por medio.

Helena y William fueron por años una pareja admirada: él, médico reconocido; ella, dedicada a su hogar y a criar a su hija Julieta con amor y estabilidad. Una vida cómoda, sin sobresaltos.

Pero tras la separación y el proceso de divorcio, Helena vio cómo todo se desmoronaba, y no solo emocionalmente.

William, quien siempre había tenido un excelente nivel de vida, de repente empezó a declarar ingresos bajísimos. La cuota alimentaria para Julieta, también bajó.

¿Qué pasó? ¿Quiebra? ¿Insolvencia repentina? ¿Desempleo? Nada de eso. Lo que pasó fue que William hizo lo que muchos ex cónyuges hacen: simuló una situación económica precaria para pagar menos alimentos a su hija.

Un fraude silencioso, pero que afecta directamente a los más vulnerables.

“Más rápido cae un mentiroso que un cojo”: ¿Cómo detectar estas maniobras fraudulentas?
Cuando un padre o madre aparenta no tener recursos, pero sigue con una vida de lujos, viajes, carros, gastos altos, es posible que esté ocultando bienes o traspasándolos a terceros para evitar sus responsabilidades económicas.

El desenlace legal de una mentira:

William terminó demandado por simulación. Lo que comenzó como un matrimonio de aparente estabilidad, terminó convertido en un campo de batalla legal.

Helena, cansada de ver cómo su hija Julieta vivía con menos mientras William seguía viajando, usando vehículos de alta gama y sosteniendo un estilo de vida contradictorio con sus supuestos “ingresos limitados“, decidió actuar.

Con el respaldo de nuestro despacho Campos Gomez abogados y su abogada de confianza (o sea yo), Helena presentó una demanda por simulación, amparada en el Código Civil Colombiano, para demostrar que William había traspasado de manera ficticia varios de sus bienes: entre ellos un apartamento, una camioneta y una participación en una clínica privada.

Con el único propósito de reducir “artificialmente” su capacidad económica y pagar una cuota alimentaria mínima.

¿Qué alegó Helena en la demanda?

La demanda se basó en pruebas sólidas:

1. Certificados de tradición que mostraban que William había transferido propiedades a nombre de su hermano días antes del divorcio.
2. Extractos bancarios y reportes de la DIAN que no coincidían con su supuesta “quiebra”.
3. Un informe pericial contable que evidenció flujos de dinero salientes injustificados.
4. Fotografías y publicaciones en redes sociales que demostraban su lujoso estilo de vida.
5. La “prueba reina”, su hermano no tenía la capacidad económica para comprar los bienes y, adicionalmente, no vivía en ninguno de ellos y no recibía las rentas que estos producían, pese a estar alquilados, pues estas sumas de dinero no ingresaron a sus cuentas, ni a las de William, quien muy “listillo”, decidió cobrarlas personalmente y en efectivo.
6. También, pudo demostrarse que no había una verdadera necesidad de la venta de los bienes, pues una transacción de ese tipo podría justificarse en situaciones extremas, por ejemplo, una enfermedad ruinosa o catastrófica, por ejemplo.

Con base en esto, nuestro despacho solicitó la declaración de ser absolutamente simulados todos aquellos negocios jurídicos hechos por William, para posteriormente liquidar adecuadamente la sociedad conyugal y evitar la disminución de la cuota alimentaria conforme a la verdadera capacidad económica del demandado.

¿Qué decidió el juez? FINAL JUSTO

Después de valorar las pruebas, el Juez de familia declaró que William incurrió en simulación y que las transferencias realizadas a terceros no tenían causa real ni justificación jurídica válida.

En consecuencia:

1. Se anularon las ventas simuladas, y los bienes fueron reintegrados a su patrimonio original, esto es, el de William.
2. Se recalculó la cuota alimentaria, fijándola según su nivel real de ingresos.
3. Se dio apertura al proceso de divorcio, invocando entre otras causales, la de la violencia económica en contra de su cónyuge.

El caso fue remitido a la Fiscalía General de la Nación por posible comisión del delito de fraude a acreedores (art. 253 Código Penal).

Implicaciones legales de la simulación en divorcios y obligaciones alimentarias:

En Colombia, la acción de simulación permite declarar nulas las transferencias ficticias de bienes realizadas para evadir responsabilidades legales, como las cuotas alimentarias.

Si se demuestra que un padre o madre simuló pobreza o insolvencia mediante traspasos sin causa legítima, el juez puede decretar la simulación absoluta o relativa, dependiendo del caso, de los actos jurídicos, la restitución patrimonial y sanciones económicas, como una fuerte condena en costas y la expectativa de obtener la parte burlada, una indemnización, luego del divorcio, como consecuencia del incidente de reparación integral.

Además, el caso puede escalar a lo penal, como fraude a acreedores, con pena de prisión de 1 a 9 años.

El caso de Helena y William sentó un precedente:

Porque dejó claro que ocultar bienes o fingir ingresos bajos no es una estrategia legal, sino un fraude. Y que las herramientas jurídicas existen para proteger a los hijos de estos actos injustos.

Helena, finalmente, obtuvo la cuota alimentaria que necesitaba para Julieta y su divorcio se enruta por buen camino. Y William… tuvo que enfrentar no sólo la verdad, sino la ley.

LLAMADO A LA ACCIÓN !!!

Si sospechas que tu ex pareja está ocultando bienes o simulando ingresos para evadir la cuota alimentaria de tus hijos, no te quedes de brazos cruzados.

Existen herramientas jurídicas que te permiten actuar, investigar y, sobre todo, proteger el bienestar de tus hijos. Llámame al (316) 2124646 y haz valer lo que por ley les corresponde.

MORALEJA JURÍDICA:

El divorcio no debe convertirse en un campo de batalla donde los hijos sean las víctimas colaterales. Las decisiones egoístas y los fraudes patrimoniales no solo afectan económicamente, también dejan heridas emocionales profundas.

Simular pobreza para evadir responsabilidades es más que un acto deshonesto, es una forma de violencia económica. Y en Colombia, esto también se puede sancionar.

PROTEJA SUS DERECHOS:

Tanto si eres madre como padre responsable, tienes derecho a una cuota alimentaria justa, basada en las verdaderas capacidades económicas del otro progenitor.

El ocultamiento de bienes, las transferencias fraudulentas o las mentiras en los ingresos pueden ser combatidas legalmente. Consulta a un abogado experto en derecho de familia y haz valer tus derechos.

BONUS: Hay tarifas especiales en conciliación para estrato 1, 2, y 3. Como recibimos muchos mensajes, déjanos en el WhatsApp 3162124646, tus datos completos y el horario en el que te podemos contactar, y la palabra clave sobre tu caso: ejemplo divorcio, capitulaciones, registro de marca, impugnación de paternidad…etc

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ÁNGELA MARÍA CAICEDO

Abogada, Conciliadora y Comunicador Social-Periodista
Escritora Apasionada y Exploradora del Conocimiento Jurídico.

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Acerca de Mí:

¡Hola! Soy Ángela María Caicedo, comunicador social-periodista, Abogada y Conciliadora y me encanta sumergirme en el fascinante mundo de la escritura y el descubrimiento.

Como apasionada de los temas jurídicos, mi objetivo es compartir ideas, inspiración y conocimiento a través de mis palabras.

Y aunque parezca que los abogados nos expresamos con un lenguaje de otro planeta, es nuestra responsabilidad acortar la brecha comunicativa entre abogados y no abogados, teniendo en cuenta que ambos lenguajes tanto el jurídico como el común coexisten.

También como abogada conciliadora de la organización sin ánimo de lucro “Convivencia Ciudadana” me apasiona acompañar a las personas en el proceso de buscar soluciones pacíficas a sus problemas y que sea un ‘gana-gana’ para las partes, porque otro tipo de justicia es posible.

Por eso este espacio es mi plataforma para conectar contigo.

Mis artículos están diseñados para informar, entretener y desafiar tus pensamientos.

¡Espero que los disfrutes!

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