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Isla Gorgona era conocida como la "Alcatraz colombiana"

Gorgona, una amenaza pende sobre la isla paraíso

Gorgona, una amenaza pende sobre la isla paraíso
jueves 18 de mayo, 2023

Por Loren Susana Alzamora

Consultorio Jurídico Fundación Universitaria Católica Lumen Gentium, Unicatólica.

Isla Gorgona era conocida como la ‘Alcatraz colombiana’. Su construcción como penal se inició por orden del presidente Alberto Lleras Camargo el 25 de octubre de 1959. Y arrancó como prisión el 18 de octubre de 1960.

Para entonces la isla fue habitada por los criminales más peligrosos de Colombia, quienes cortaban toneladas de árboles para poder preparar sus alimentos, pero también para poder construir balsas y emprender su huida.

Cabe resaltar que la selección de la isla para la construcción de esta cárcel de máxima seguridad se dio por su ubicación estratégica.

Se encuentra en el suroccidente del Pacífico colombiano, y el lugar continental más cercano es conocido como ‘Punta de Reyes’, nombre dado por la comunidad de playa Bazán.

Como cárcel de máxima seguridad en medio del mar solo duró 23 años, pues el presidente Belisario Betancourt la cerró el 25 de junio de 1983, cuando la isla fue declarada como Parque Nacional Natural.

En la actualidad, en Gorgona se ve como la naturaleza ha retomado el espacio que alguna vez le fue arrebatado con la construcción de la cárcel.

Solo quedan recuerdos y las ruinas de lo que un día fue una prisión, devoradas por la agreste y húmeda selva.

Desde cuando hace cuatro décadas la isla se convirtió en parque nacional natural, empezó a reflejar su belleza.

Hoy, viajeros y turistas llegan a disfrutar los secretos naturales que esconde. Especies endémicas, como el lagarto azul, son su atractivo.

Gorgona, también conocida como ‘isla ciencia’, adoptó este nombre porque es apetecida por investigadores y se ha convertido en su isla de estudio.

Riesgo que pende sobre el paraíso

Dado que en Gorgona se pretende construir una base militar, financiada por el gobierno de Estados Unidos, comunidades de ‘Playa Bazán’, del municipio caucano de Guapi, ambientalistas y demás pueblos aledaños a la isla están inmersos en un lío jurídico con el Estado debido a su eventual desarrollo.

Como se recuerda, el proyecto está constituido por cuatro componentes: la instalación de una torre de construcción con radar en el cerro de la Trinidad, la montaña más alta de la isla; un muelle de 170 metros; una estación de guardacostas de tercer nivel, y un tanque de almacenamiento con capacidad de cinco mil galones combustible.

Se trata de un proyecto que afectaría los ecosistemas, tanto marinos como terrestres, flora y fauna, dado que, según el Comité Científico del Parque Nacional Natural Gorgona, la licencia que entregó la autoridad nacional de licencias ambientales para su construcción tiene insuficiencias que podrían generar impactos muy negativos en la isla.

De ahí que en la audiencia pública realizada el lunes 13 de marzo pasado en el Congreso de la República, liderada por Susana Muhamad, llamada ‘Salvemos Gorgona’ se reveló la suspensión de este proyecto. Sin embargo, la decisión no ha sido definitiva.

Hay una negación de pescadores artesanales y de la comunidad bazaneña, frente al porqué no debería tenerse la estación o base de la armada. Lo ven como una suma de pérdidas: de un lugar ancestral, de un saber.

Están temerosos ante la incertidumbre de qué va a pasar para sostenerse como pescadores. Viven con miedo por los impactos que generaría la tecnología que conlleva la construcción de una estación de guardacostas o base de la Armada.

De esta forma, los pescadores vislumbran que se podría afectar los recursos y por ende su actividad, porque se condenaría a la extinción de una práctica de vida que pervive en el Pacífico de manera tradicional, diferente a cualquier parte del mundo.

Por eso ellos pelean por el respaldo a una práctica ancestral de vida que se está acabando en el mundo y que son pocos los que conservan en ese pequeño espacio insular.

Su llamado al Estado es a admirar al pescador, a valorar la pervivencia de unas prácticas de vida, a pensar en una forma de ordenamiento que beneficie a muchas de las comunidades y a las familias del Pacífico, sobre todo a los pescadores artesanales que ya se están extinguiendo.

“El ayer es historia, el mañana es un misterio, pero el hoy es un obsequio, por eso se llama presente”. La cita, popularizada por el maestro Oogway en la película Kung Fu Panda le viene como anillo al dedo a Gorgona y a sus habitantes.

Para sus comunidades, un obsequio, un tesoro, su tesoro más preciado, que no quieren que sea arrebatado por el gobierno de los Estados Unidos, que no quieren que el gobierno colombiano apoye este proyecto, que no quieren que los tesoros que la isla esconde sean destruidos.

Por el momento, el desarrollo se encuentra suspendido, pero la incertidumbre de quienes se ven perjudicados y a la isla en peligro -por la implementación de este proyecto- es sobre el desenlace de su reclamo. La comunidad sigue a la espera de la decisión.

El Consultorio Jurídico de Unicatólica recibe sus consultas en el siguiente correo:
consultoriojuridico@unicatolica.edu.co

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