Héroe de cuatro patas: perro antiexplosivos del Ejército salvó vidas, pero perdió su pata por explosivo del ELN

Un perro antiexplosivos del Ejército colombiano salvó a 36 soldados y a decenas de campesinos al detectar un artefacto instalado por el ELN en Yondó, Antioquia.

El Ministerio de Defensa confirmó que Sansón, un canino entrenado en labores de detección, fue gravemente herido durante la operación, pero logró evitar una tragedia mayor.

El hecho ocurrió en una zona rural del municipio, donde unidades del Ejército realizaban labores de patrullaje y aseguramiento de rutas.

Sansón, quien forma parte del equipo especializado en detección de explosivos, identificó la presencia de un artefacto improvisado.

Mientras se acercaba para confirmar la amenaza, el explosivo fue activado. La detonación causó heridas en su cuerpo y la pérdida de una de sus extremidades.

A pesar de la gravedad de las lesiones, su rápida acción permitió que los militares a cargo de la operación se alejaran a tiempo, evitando consecuencias fatales.

También impidió que campesinos que transitan por ese mismo camino diariamente se vieran afectados por el artefacto.

Su guía lo acompaña en la recuperación

Actualmente, el perro antiexplosivos se encuentra en una clínica veterinaria especializada, donde recibe atención médica permanente.

Su guía, el soldado profesional Carlos Eduardo Beleño, permanece a su lado durante el proceso de recuperación.

El Ministerio de Defensa compartió la historia a través de su cuenta oficial de X, resaltando la valentía del canino.

Sansón fue entrenado para operar en zonas de alto riesgo y es uno de los ejemplares que hacen parte del equipo canino del Ejército colombiano.

Su caso generó mensajes de apoyo desde diferentes regiones del país, convirtiéndose en símbolo de la entrega de estos animales en el cumplimiento de su deber.

El Ejército reiteró su compromiso con el cuidado de los animales que hacen parte de sus filas y confirmó que Sansón recibe todo el acompañamiento médico necesario para su recuperación.

Aunque perdió una pata, su aporte fue decisivo para preservar la vida de los 36 uniformados y de decenas de campesinos.

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