Cali, octubre 3 de 2025. Actualizado: jueves, octubre 2, 2025 23:59

Anif advierte posibles efectos adversos

Reforma pensional: ¿un golpe al ahorro nacional?

Reforma pensional: ¿un golpe al ahorro nacional?
Foto: Pixabay
viernes 3 de octubre, 2025

El ahorro es, sin lugar a dudas, la piedra angular sobre la cual se construyen las economías sólidas.

En países emergentes como Colombia, su papel trasciende el concepto de reserva individual: constituye la base de la inversión productiva, la estabilidad macroeconómica y la modernización de los mercados de capitales.

Sin embargo, el reciente análisis de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) advierte que la reforma pensional aprobada en 2024 podría tener efectos adversos en este frente, con pérdidas acumuladas que amenazan la capacidad del país para financiar su desarrollo a largo plazo.

El ahorro como motor de desarrollo

Un mayor nivel de ahorro permite canalizar recursos hacia sectores estratégicos como infraestructura, educación y tecnología, elementos esenciales para la competitividad nacional.

También facilita el acceso al crédito y dinamiza los mercados financieros, reduciendo los costos de financiamiento y estimulando la inversión.

Como lo subraya Anif, la ausencia de capital suficiente es una de las principales restricciones al crecimiento en economías emergentes, lo que hace indispensable consolidar mercados de capitales robustos y confiables.

En este engranaje, las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFPs) cumplen un rol crucial. Solo en 2024 gestionaron $464,9 billones —equivalentes al 27,3 % del PIB— con un crecimiento anual del 17 %.

Cerca del 70 % de esos recursos provino de rendimientos de inversión, lo que refleja una gestión eficiente. En tres décadas, las AFPs han alcanzado una rentabilidad nominal promedio del 9,8 %, la más alta entre los países de la OCDE.

Este desempeño ha convertido al ahorro pensional en un pilar del financiamiento de largo plazo en Colombia.

El nuevo sistema de pilares

Con la Ley 2381 de 2024, el país inició la transición de un modelo de multifondos a un esquema de pilares: solidario, semicontributivo, contributivo y voluntario.

Dentro de este, el pilar contributivo divide los aportes: las cotizaciones de trabajadores con ingresos por debajo de 2,3 salarios mínimos se destinan al Fondo de Ahorro del Pilar Contributivo (FAPC), mientras que las superiores van a las Administradoras del Componente Complementario de Ahorro Individual (ACCAIs).

Aunque la intención de diversificar las fuentes de financiamiento parece positiva en el papel, el balance proyectado muestra un panorama inquietante.

Según ANIF, el ahorro pensional nacional se verá afectado porque la desacumulación de las AFPs no será compensada ni en el corto ni en el largo plazo por la acumulación del FAPC.

El costo de la reforma

El cálculo más elocuente del impacto es la pérdida acumulada de $169,7 billones para 2040 frente a un escenario sin reforma.

En otras palabras, Colombia dejaría de ahorrar el equivalente a 10,4 reformas tributarias, cada una con un recaudo proyectado de $16,3 billones.

El golpe no se limita a las cifras: implica una menor disponibilidad de recursos para inversión productiva, menor profundidad del mercado de capitales y, en última instancia, una amenaza para la estabilidad macroeconómica.

En el corto plazo, los efectos también son visibles. Para 2026, primer año de operación del nuevo sistema, la pérdida de ahorro sería de $0,79 billones.

Aunque modesta frente al saldo total, la tendencia creciente anticipa un deterioro estructural del ahorro pensional.

Riesgos para la inversión y los mercados

La advertencia de Anif va más allá de la cifra puntual. El ahorro no solo funciona como un colchón de seguridad en momentos de crisis, sino como el motor que alimenta la inversión en sectores estratégicos.

Al debilitar la capacidad de las AFPs de acumular y gestionar recursos, la reforma limita la canalización de capital hacia infraestructura, innovación y crédito de largo plazo.

Además, la falta de mecanismos robustos para proteger y hacer crecer el ahorro acumulado genera incertidumbre en los mercados.

Los inversionistas internacionales buscan señales claras de estabilidad y disciplina fiscal. Una disminución en el ahorro nacional puede traducirse en menor confianza, menor flujo de inversión extranjera y mayores costos de financiamiento para el país.

Ahorro como prioridad estratégica

El informe concluye con un llamado a repensar el lugar del ahorro en la agenda económica del país. Mientras otras naciones lo han utilizado como palanca para modernizar sus mercados de capitales y financiar su desarrollo, Colombia enfrenta el riesgo de debilitarlo.

La sostenibilidad del sistema pensional no puede desligarse de la sostenibilidad macroeconómica, pues ambas dependen de un mismo factor: la capacidad de acumular y gestionar recursos a largo plazo.

De cara al futuro, Anif plantea interrogantes cruciales: ¿Cómo garantizar que el ahorro no se erosione bajo el nuevo sistema?, ¿qué mecanismos permitirán canalizar los recursos hacia inversiones productivas?, ¿Cómo evitar que la caída proyectada en el ahorro limite el crecimiento económico del país?

Un debate inaplazable

El verdadero desafío de la reforma no es su implementación técnica, sino su coherencia con el modelo de desarrollo que necesita Colombia.

Si el país busca avanzar hacia mayor productividad, competitividad y equidad social, debe asegurar que sus decisiones en materia pensional no socaven la base de financiamiento para lograrlo.

El ahorro, como ancla de estabilidad y motor de inversión, debe ocupar un lugar central en la estrategia económica.

De lo contrario, la promesa de un sistema pensional más solidario podría terminar generando un costo demasiado alto: un futuro con menos recursos para invertir en las transformaciones que el país requiere.

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