Colombia en una semana de alto voltaje económico

La semana cierra con una mezcla de presiones internacionales y tensión doméstica que afecta directamente la estabilidad macroeconómica de Colombia.

Según el informe diario de Itaú del viernes 13 de junio, los mercados globales están reaccionando a un nuevo episodio geopolítico: Israel lanzó ataques unilaterales contra Irán, lo que ha sumido a Medio Oriente en una nueva ola de incertidumbre.

Como resultado, los precios del petróleo han subido cerca de los USD $74 por barril, aumentando el costo de los energéticos y la presión inflacionaria para países importadores como Colombia.

Al otro lado del Atlántico, en Estados Unidos, la Reserva Federal sigue bajo fuego político.

El presidente Donald Trump reiteró que no planea despedir a Jerome Powell, pero criticó públicamente a la FED por “no recortar las tasas lo suficientemente rápido”.

El mandatario ha insistido en que las tasas actuales dificultan el financiamiento del gobierno federal y frenan el crecimiento, lo que alimenta el debate sobre la independencia del banco central estadounidense.

Reforma laboral: avanza en el Senado, crecen las tensiones

En el plano local, la reforma laboral sigue su curso legislativo con un 75% del articulado ya aprobado por el Senado.

Sin embargo, lo más complejo del debate está por venir.

Este lunes se discutirán los artículos sobre el incremento del recargo por trabajo en domingos y festivos del 75% al 100%, así como el adelantamiento de la jornada nocturna de las 9:00 p.m. a las 7:00 p.m..

Estas medidas, si bien buscan proteger a los trabajadores, han generado preocupación entre gremios empresariales por su impacto en los costos operativos y en la formalización laboral.

Analistas temen que puedan desincentivar la contratación formal, especialmente en sectores como comercio, turismo, restaurantes y entretenimiento nocturno.

Asamblea Constituyente: una nueva ola de incertidumbre institucional

El anuncio más llamativo vino desde el Ministerio de Justicia: el gobierno Petro planteó la posibilidad de convocar una Asamblea Constituyente como vía para destrabar su agenda de reformas.

Tras varios intentos frustrados en el Congreso, el nuevo ministro advirtió que la Constitución de 1991 se ha convertido en un “obstáculo” para el Ejecutivo, y que la única salida viable es someter a consulta popular la posibilidad de redactar una nueva Carta Política.

El anuncio ha generado incertidumbre jurídica y política.

Para convocar una constituyente por consulta popular se requieren al menos 8 millones de votos (20% del censo electoral), un umbral alto pero no imposible en un clima de polarización.

Esta movida también reabre la discusión sobre la reelección presidencial, una posibilidad que estaría latente si el Congreso pierde el control sobre el proceso constituyente.

Economía real: señales mixtas en el ISE

En términos económicos, los indicadores de actividad que se publicarán este viernes generarían lecturas divididas.

Según Itaú, se espera que el sector manufacturero se contraiga un 3,4% anual, mientras que las ventas minoristas aumentarían un 11% anual, mostrando el contraste entre la debilidad industrial y el dinamismo del consumo.

Ese mismo día, el Ministerio de Hacienda presentará el tan esperado Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) 2025, en medio de crecientes rumores sobre la activación de la cláusula de escape de la Regla Fiscal.

Esta medida permitiría al Gobierno ampliar el déficit sin sanciones legales, argumentando un contexto de desaceleración o inestabilidad externa.

La publicación del MFMP definirá no solo el tamaño del ajuste requerido, sino también el grado de credibilidad que el Gobierno puede conservar frente a los mercados internacionales.

Revisión del año base del PIB

El Dane, por su parte, anunció que se encuentra adelantando la revisión del año base de las cuentas nacionales, proceso que se realiza cada diez años.

Actualmente, el año base es 2015, pero se espera que el nuevo marco se aplique a partir de 2029.

Esto implicará incorporar nuevas metodologías, definiciones y clasificaciones para alinear el cálculo del PIB y otros indicadores con los estándares internacionales.

Colombia enfrenta una semana donde los frentes político, fiscal y productivo convergen en un punto de alta tensión.

La agenda legislativa, la incertidumbre sobre la sostenibilidad macroeconómica, y los riesgos geopolíticos externos presionan simultáneamente a un país que ya enfrenta desafíos estructurales en materia de empleo, inversión y gobernabilidad.

Lo que ocurra en los próximos días —tanto en el Congreso como en los mercados— definirá no solo el tono del segundo semestre de 2025, sino también la confianza del sector privado y de los inversionistas en el futuro inmediato de la economía colombiana.

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