Cali, julio 10 de 2025. Actualizado: miércoles, julio 9, 2025 22:13
Un espacio colectivo con propósito
Un asunto de barrio: La Red de Procesos de Educación Popular
La Red es un pretexto. Un espacio colectivo que surge de un deseo general: que jóvenes de sectores populares de Cali puedan acceder a oportunidades de educación superior en un contexto donde la información es escasa y el desconocimiento sobre el tema es amplio.
Este proceso nace de jóvenes que, años atrás, tuvieron la oportunidad de ingresar a una universidad y que, como hijos de la barriada y de los sectores marginalizados de la ciudad, conocen la importancia de que un joven de bajos recursos pueda acceder a un espacio universitario.
Este espacio aparece en 2022, cuando un grupo de jóvenes, inquietos por la educación y deseosos de incidir en la transformación de realidades injustas, conciben un lugar para preparar a estudiantes de las comunas 13, 14 y 15 para las pruebas estatales SABER 11 (o ICFES, como se conocen comúnmente).
En 2023, el proceso crece y cuenta con la participación de un centenar de adolescentes y jóvenes, consolidando la segunda cohorte de estudiantes, algunos de los cuales ya cursan carreras universitarias.
Expansión territorial y metodológica
Para 2024, el proceso se expande a más espacios: se pasa de brindar clases los sábados a trabajar en varios barrios como Calimío Desepaz, Marroquín II, Antonio Nariño, Yira Castro y Calipso, impactando directamente a las comunas 13, 14, 15, 16 y 21.
Además, ese año se tiene la oportunidad de trabajar con jóvenes de zonas rurales del municipio de Riofrío, sumando visiones y experiencias que fortalecen el trabajo metodológico de La Red.
En este camino de poco más de tres años surgieron múltiples aprendizajes que le permitieron al proceso adquirir experiencias tanto en el trabajo con jóvenes como en la percepción que tienen sobre la educación superior por quienes fueron parte de las clases y talleres de la Red.
Inicialmente, se vio un aumento en la falta de interés por intentar acceder a la universidad o a alguna oferta de educación superior, siendo más atractivas otras opciones que, para estos, brindan más garantías: dinero o, incluso, estabilidad laboral.
Obstáculos estructurales y realidades inmediatas
La Red es testigo de una desconexión profunda entre las universidades y la educación básica secundaria. Muchos adolescentes y jóvenes desconocen cómo funciona la educación terciaria y las opciones que ofrece; la perciben como algo lejano, reservado para quienes cuentan con dinero, conexiones o tiempo.
En muchos sectores donde opera La Red, los jóvenes descartan la posibilidad de estudiar para trabajar en contextos laborales precarios e informales, que ofrecen ingresos inmediatos, pero sacrifican la cualificación profesional y el acceso a servicios de seguridad social.
Uno de los retos más complejos que enfrenta La Red es que los jóvenes opten por renunciar a opciones de educación superior, empleabilidad o emprendimiento formal por alternativas inmediatas, motivados en gran parte por necesidades familiares urgentes.
A esto se suman las desigualdades en el sistema educativo: los jóvenes de sectores populares enfrentan una amplia desventaja frente a quienes contaron con recursos, capital y acompañamiento permanente a lo largo de su vida escolar.
Un proceso de confianza colectiva
La Red asumió un desafío complejo en un escenario donde el sistema educativo público es precario y pierde calidad frente a las necesidades del contexto, tanto global como local.
A pesar de las dificultades y la escasez de recursos, el proceso creció gracias a la confianza de cientos de jóvenes, docentes, voluntarios, espacios comunitarios y colegios, quienes creen en el sueño de que más jóvenes puedan acceder a una educación superior de calidad y a empleos formales.
En últimas, el reto es múltiple: como proceso articulado, el objetivo es consolidarse en escenarios con intereses diversos y recursos limitados; al mismo tiempo, debe mantenerse en contextos donde la educación y el empleo formal no resultan atractivos como respuesta a las desigualdades sociales.
Por ahora, La Red sigue adelante, de la mano de los jóvenes, familias, espacios y colegios que, hasta hoy, creen en este proyecto.