Cali, septiembre 26 de 2024. Actualizado: jueves, septiembre 26, 2024 18:07

La comunidad como eje central

Siloé reverdece: Líderes que construyen ciudad con las terrazas verdes

Siloé reverdece: Líderes que construyen ciudad con las terrazas verdes
Fotos: Siloé reverdece
viernes 20 de septiembre, 2024

Por: Rosa María Agudelo Ayerbe

Cada vez que voy a Siloé me encuentro con una sorpresa maravillosa, un ejemplo de emprendimiento y de innovación social.

Esta vez, el asombro proviene de dos terrazas verdes, hermosos cultivos hidropónicos de albahaca que desafían las limitaciones del territorio.

En medio de una de las zonas más emblemáticas de Cali, se levantan proyectos como estos, que no solo embellecen el paisaje urbano, sino que también generan empleo y transforman vidas.

Las terrazas verdes de Siloé son el resultado de una colaboración entre la empresa privada y la comunidad.

Este proyecto, que se originó en la Comuna 13 de Medellín, ha encontrado en Cali un terreno fértil para crecer.

Lo que comenzó como un sueño en las montañas de Medellín hoy es una realidad que promete cambiar la vida de muchas familias en Siloé, liderado por líderes que construyen ciudad a través de iniciativas sociales innovadoras.

El origen de las terrazas verdes en Siloé

Carlos Sánchez, fundador de la Fundación Terrazas Verdes, contó cómo esta idea surgió en su propia casa en la Comuna 13 de Medellín, con el objetivo de sembrar esperanza.

“Todo comenzó cuando vimos la necesidad de ofrecer una oportunidad laboral a las madres cabeza de familia y a personas con discapacidad. Lo anecdótico es que alguien nos sugirió que sembráramos marihuana, pero por supuesto decidimos enfocarnos en algo más constructivo: hortalizas. Así nació la idea de cultivar en terrazas y patios, usando técnicas de hidroponía”, relata Carlos Alberto.

La hidroponía, un sistema de cultivo que no requiere tierra y que utiliza agua y nutrientes para alimentar las plantas, ha sido la clave para que estas terrazas se conviertan en un símbolo de autosostenibilidad.

Ahora el proyecto llega a Siloé. Lo que hoy son espacios grises y sin uso, pueden ser áreas productivas, generar empleo y promover la seguridad alimentaria en la comunidad.

La comunidad de Siloé como eje central

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Jimena Cangrejo, lideresa del sector, es una de las voces más entusiastas del proyecto. “Aquí no solo estamos sembrando albahaca, estamos sembrando sueños y oportunidades. Estas terrazas significan una forma digna de trabajar sin tener que alejarnos de nuestras casas”, comenta Jimena.

El proyecto también tiene un impacto profundo en las personas con discapacidad y con necesidades especiales.

Según Carlos Alberto, “En Medellín muchos de los trabajadores de las terrazas son personas que no tenían acceso a empleo debido a su situación, pero en las terrazas han encontrado una manera de contribuir y generar ingresos. Eso es invaluable”.

Un sueño que también se cristaliza en Siloé, las dos primeras terrazas están en viviendas de personas con discapacidad.

El empleo inclusivo es una realidad que permite mejorar la calidad de vida de personas que antes eran invisibles para el sistema laboral.

Alianza comunidad empresa

La Fundación Éxito, uno de los principales aliados del proyecto, ha jugado un rol fundamental en la financiación y expansión de las terrazas verdes. El vocero de la entidad, Juan Carlos Burgos, destacó la importancia de esta alianza.

“Nuestro compromiso no es solo con la alimentación, sino también con generar oportunidades. Estos cultivos hidropónicos son una muestra de que cuando el sector privado y la comunidad trabajan juntos, se pueden lograr grandes cosas”, afirmó el representante durante la inauguración de las primeras dos terrazas en Siloé.

Mariana Caicedo, de Compromiso Valle, también destacó el impacto de tipo de iniciativas. “Nosotros creemos en proyectos que generan un impacto social real. Las terrazas verdes tienen el potencial de revolucionar la seguridad alimentaria, y eso es algo en lo que debemos seguir apostando. Igualmente, tienen el potencial de generar ingresos para las familias”, afirmó Caicedo.

Un futuro verde para Siloé

Jhoana Caicedo, gestora de Paz de la Alcaldía de Cali, resaltó cómo este tipo de proyectos son esenciales para la construcción de paz en los territorios.

“Cada vez que surgen iniciativas como estas, fortalecemos la red de confianza y progreso. Las terrazas verdes no solo mejoran el paisaje urbano, brinadan alimento y generan empleo sino que también crean espacios de encuentro y colaboración. Son un ejemplo claro de cómo el trabajo conjunto entre la comunidad, las empresas y la administración puede cambiar realidades”, subrayó.

El sueño es grande. Imaginemos un Siloé con 300 terrazas verdes, generando empleo para cientos de personas, produciendo alimentos para la comunidad, y mostrando al resto de la ciudad lo que se puede lograr cuando se trabaja en equipo.

Las terrazas verdes de Siloé no solo son un proyecto productivo; son un ejemplo del camino que debemos transitar hacia un futuro más sostenible, inclusivo y en paz.

Este es otro de los ejemplos que nos da Siloé de una transformación duradera para uno de los sectores más tradicionales de Cali, gracias a los esfuerzos de los líderes que construyen ciudad y las alianzas estratégicas con el sector privado y la administración local.

Creer sin ver

“Gracias a quienes como la Fundación Éxito y Compromiso Valle han creído sin ver” fue una de las frases de los líderes comunitarios que participaron en la inauguración de las dos terrazas verdes.

El concepto de creer sin ver implica una fe profunda en las posibilidades y en el futuro, aun cuando los resultados no son inmediatamente tangibles. Es la capacidad de confiar en un proyecto, en las personas o en uno mismo, incluso cuando no hay pruebas visibles de éxito.

Este principio es esencial en procesos de transformación social como el de las terrazas verdes en Siloé, donde los líderes comunitarios y empresarios han apostado por un futuro mejor, sin certezas inmediatas, pero con la convicción de que el trabajo conjunto y la perseverancia darán frutos.

Creer sin ver es, en esencia, sembrar esperanza en terreno aparentemente árido, confiando en que las raíces del esfuerzo transformarán el paisaje.

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