Cali, mayo 3 de 2024. Actualizado: jueves, mayo 2, 2024 23:09
Construyendo puentes, cambiando paradigmas, el próximo jueves en la biblioteca departamental
Tres años después: ¿Qué le dejó el estallido social a Cali? No te pierdas el conversatorio
Tres años después de los tumultuosos eventos que sacudieron Cali, la comunidad se prepara para revisar y reflexionar sobre las profundas consecuencias de la violencia urbana.
El conversatorio “Construyendo puentes, cambiando paradigmas: reflexiones a tres años del estallido social”, programado para el próximo jueves 25 de abril en la Biblioteca Departamental, abordará los daños a largo plazo que la violencia ha causado en la ciudad y por qué este no es el camino hacia el progreso.
Daño irreparable a la comunidad
La violencia no solo deja cicatrices visibles en las calles de Cali, sino también heridas profundas en el tejido social de sus ciudadanos.
“Los daños físicos y emocionales que la violencia inflige pueden perpetuar ciclos de resentimiento y odio entre comunidades, haciendo casi imposible la reconciliación,” explica Fernando Torres, sociólogo experto en los impactos de la violencia en el ser humano.
Según el experto esta ruptura en la convivencia común es un legado doloroso que tarda generaciones en sanar.
Erosión de la cohesión social
Uno de los impactos más devastadores de la violencia es la erosión de la confianza entre los ciudadanos y entre estos y sus instituciones.
“Cuando la violencia se desata, se debilita la cooperación esencial para el funcionamiento de cualquier sociedad,” señala Torres.
Este deterioro complica los esfuerzos para trabajar unidos en la reconstrucción de la ciudad y en la promoción de la paz.
Deslegitimación de demandas legítimas
La violencia a menudo distorsiona la percepción pública de las protestas legítimas, reduciendo movimientos sociales a simples actos delictivos en los medios y en la opinión pública.
“Esto puede disminuir significativamente el apoyo necesario para causas justas y prolongar la injusticia,” agrega Torres.
Pérdida de vidas y recursos
La violencia resulta en una trágica pérdida de vidas y la destrucción de infraestructura vital, lo que representa un costo emocional y económico enorme.
“Cada vida perdida es un potencial sin cumplir, y cada edificio destruido es un paso atrás en nuestro desarrollo,” lamenta Torres.
Ciclos de represalia y venganza
Los actos de violencia tienden a generar represalias, perpetuando un ciclo que se autoalimenta y que es extremadamente difícil de interrumpir.
“Estos ciclos pueden atrapar a comunidades enteras en una espiral de violencia que desgarra el tejido de nuestra sociedad,” explica Torres.
Impedimento al diálogo
Igualmente, la violencia cierra las puertas al diálogo, una herramienta esencial para la resolución pacífica de conflictos.
“Sin diálogo, las posibilidades de encontrar soluciones sostenibles y justas se evaporan,” subraya Torres.
Finalmente, la violencia agrava la polarización política y social, complicando aún más la búsqueda de soluciones inclusivas.
Efectos psicológicos negativos
La constante exposición a la violencia provoca estrés, miedo y ansiedad generalizados, afectando la salud mental de la población.
“Estos efectos pueden incapacitar a individuos y comunidades, impidiendo su participación activa en la reconstrucción de la sociedad,” añade Torres.
El conversatorio invita a todos los ciudadanos a participar en esta importante discusión. “Es momento de reflexionar sobre estas duras lecciones y trabajar juntos para un futuro donde la violencia no tenga lugar en nuestra ciudad,” Agregó Rosa Maria Agudelo, directora del Diario Occidente, organizadora del evento.
Los lugares son limitados, por lo que se anima a los interesados a registrar su participación lo antes posible y contribuir a la construcción de un Cali más pacífico y próspero.
¡No te pierdas esta oportunidad de ser parte del cambio! La entrada es gratuita, pero los cupos son limitados.