Cali, abril 9 de 2025. Actualizado: martes, abril 8, 2025 21:50
Más de 700 millones de imágenes generadas
El estilo Ghibli de OpenAI: creatividad, controversia y consecuencias
Esta semana, OpenAI lanzó un nuevo estilo de generación de imágenes inspirado en el universo visual de Studio Ghibli.
En menos de 48 horas, ya se habían creado más de 700 millones de imágenes con este estilo, una avalancha creativa que puso en aprietos incluso a la propia plataforma.
Como usuaria de GPT Plus desde hace dos años, por primera vez tuve que esperar hasta 10 minutos para recibir una respuesta. El sistema colapsó ante el boom.
¿Pero qué es el estilo Ghibli?
Es una referencia directa al inconfundible arte del estudio japonés Studio Ghibli, fundado por Hayao Miyazaki, creador de películas como Mi vecino Totoro, El viaje de Chihiro o La princesa Mononoke.
Este estudio ha construido un universo visual único: nostálgico, poético, lleno de naturaleza, espiritualidad y emociones profundas.
Ver ese estilo replicado masivamente por una IA ha sido, para muchos, tan fascinante como inquietante.
Este fenómeno ha desatado dos polémicas principales:
1. El impacto ambiental
No podemos perder de vista que cada imagen generada con IA implica un consumo de energía y recursos.
En el caso del estilo Ghibli, se estima que cada imagen puede requerir hasta 5 litros de agua para enfriar los servidores que hacen posible su creación.
Estamos hablando de millones de litros consumidos en solo unos días, en un mundo que enfrenta crisis hídricas y energéticas.
2. Los derechos de autor
Aquí está el debate más profundo. El estilo Ghibli no es solo una tendencia estética, es la obra de una persona, de un creador con una sensibilidad única, de un equipo que ha construido un legado cultural.
Reproducir ese estilo con una IA sin autorización plantea preguntas éticas urgentes:
- ¿Dónde empieza la inspiración y dónde termina la apropiación?
- ¿Es justo que una IA pueda usar el estilo de un artista sin su consentimiento ni compensación?
- ¿Quién es el dueño del arte cuando lo genera una máquina alimentada por obras humanas?
La tecnología avanza rápido, pero las preguntas de fondo siguen abiertas.
Como periodista y usuaria frecuente de herramientas de IA, creo que debemos celebrar el potencial creativo, pero también asumir la responsabilidad ética y ambiental que conlleva. Yo no creé mi Ghibli.
Estuve muy tentada a hacerlo y no lo hice porque creo que hay límites que aún debemos discutir, entender y respetar.
Admirar no significa replicar sin permiso. Crear también implica conciencia.
Tengo claro que la responsabilidad no es de los usuarios. Es OpenAI, como desarrollador de la tecnología, quien debe anticiparse a los impactos éticos, ambientales y legales de sus productos antes de lanzarlos al público.
No se trata solo de innovar, sino de hacerlo con criterio. La posibilidad de replicar el estilo de un creador sin su consentimiento evidencia una urgente necesidad de regulación: los sistemas de IA deben contar con mecanismos que protejan los derechos de autor y respeten el trabajo creativo.
Así como existen normas para el uso de música o imágenes en otros entornos digitales, este tipo de herramientas debe incorporar filtros y acuerdos claros con los creadores. La innovación sin límites no es progreso, es riesgo.
OpenAi lo sabe. Cuando estaba buscando una imagen para este articulo con el estilo Ghibli, el modelo me contesto como muchas veces lo hace: “No puedo generar la imagen solicitada porque este pedido infringe nuestras políticas de contenido. Si quieres, puedo ayudarte a crear una nueva imagen con un estilo similar pero con un enfoque diferente. ¿Te gustaría intentarlo con otra descripción o ajustar el estilo?”
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