¡A qué horas nos pasó esto!

Hugo E. Gamboa Cabrera

La verdad es que millones de colombianos, exceptuando a los que marchan por dinero o por ideología, nos preguntamos hoy más que nunca: ¿a que horas Colombia se vio inmersa en crisis humanitarias, fiscales, pauperizadoras, politiqueras, polarizadoras, etc., etc.? Si, en algunos gobiernos se vivieron momentos difíciles que se solucionaban con recortes presupuestales o con consensos, pensando en el bienestar del país. Hoy no. No importa nada con tal de crear desasosiego creando el perverso sofisma de que los culpables fueron los antecesores. Cuando llega un nuevo gobierno es para corregir pero, por el contrario, se aplica una lucha de clases en la que se quiere eliminar paulatinamente la oposición, que los medios de comunicación deben ser sumisos al poder y que toda opinión contraria a la ideología de turno debe ser perseguida o acosada. Eso significa llegar al filo de la navaja.
¿Lo del Icetex, lo de “vivienda ya”, lo de la salud y los medicamentos, lo de la energía, lo del gas y el petróleo, lo del Icbf y otras, no es acaso la pérdida de la condición humana de la que se habla en el “libro negro del comunismo”, por obra y gracia de discursos en los que la confrontación permanente predomina? Me atrevo a recordar un ensayo de 1908, en el que Lenin —Lecciones de la comuna— aplicaba el término “exterminio” para referirse a una “necesidad política que un grupo debe cumplir en detrimento de otro: el proletariado debe exterminar la burguesía.” Lamentable reconocer que nada ha cambiado de esa época a la de ahora, sobre todo cuando “maestros de la deshumanización (como Hugo Chávez hoy (q.e.p.d.) y los bolcheviques de ayer), a través del lenguaje entendieron muy bien que el exterminio de categorías sociales enteras empezaba, precisamente, en el terreno de las palabras.”
No es justo culpar a los empresarios, por ejemplo, de no entregar medicamentos cuando no les pagan y, por ende, les deben mucho dinero. No es justo decrecer el servicio de la salud por que unos interventores estatales instrumentalizados, así lo deciden. No es justo quedar a oscuras por que a las generadoras no se les reconoce y pagan los subsidios establecidos para los estratos populares y así, sucesivamente. Como dijo alguien: ¿Es la ideología totalitaria, y no la ley, la que conforma el orden social?