¡Ay, Dios…!

Hugo E. Gamboa Cabrera

Creo que ya empiezan a aclararse muchas cosas. Lo que han dicho César Gaviria, Germán Vargas Lleras y Alejandro Gaviria sobre que Colombia corre peligro y que el próximo objetivo ya no es “pegasus” sino la Registraduría Nacional, causa temor, por lo que eso significa: pérdida de libertades, de derechos constitucionales, de elegir y ser elegido democráticamente y declarar como “gestores de paz” a los peores asesinos, además de neutralizar a las FF.AA. para que los irregulares se fortalezcan, indican cosas malucas.

Eso es lo que piensan millones de colombianos que están convencidos que marchando contra eso lograrán detener la pérdida de nuestra democracia.

Al gobierno actual poco le interesa.

Ellos llegaron con un objetivo contundente y no pensarán desechar la oportunidad que la democracia, equivocadamente o no, les brindó, piensan muchos.

El poder es una coyuntura que no se puede desaprovechar dirán algunos de los que hoy gobiernan, incluido parte del Congreso.

Ya se sabe que el control de las EPS no ha servido para nada.

Al contrario, las cosas al respecto se han deteriorado, empezando con el ministro de salud quién, alguna vez, siendo gobernante en su departamento, cometió corrupción lo que le causó sanciones por parte de la Procuraduría General.

Se dice que no hay dineros por razones de un déficit fiscal pero algunos personajes ya dicen que existen 50 billones en distintas fiducias.

Aunque el gobierno lo niega como es natural, hay dudas, sobre todo cuando una de las denunciantes es la senadora del partido verde Angélica Lozano, pareja de la próxima aspirante a la presidencia Claudia López.

Muchos estamos sorprendidos de la pasiva actitud de los congresistas que supuestamente, representan a partidos distintos al “pacto patriótico”, engañando dolorosamente a quienes votaron por ellos, salvo los del Centro Democrático, que casi todos los días denuncian, frentean y sacan la cara por la democracia.

Todavía falta un buen tiempo para que se cumplan los cuatro años del gobierno nacional pero, queda un interrogante sobre qué más se nos viene encima al país.