Betty Garcés

Leonardo Medina Patiño

Verla llegar sonriente con su señora madre es todo un canto al amor.

La calidez con que la atiende, el abrazo y la caricia permanente con ella es la muestra del afecto entrañable que aún en lo más encumbrado de su carrera musical, la llevan a no olvidar su origen.

Su voz ha recorrido los principales escenarios del mundo en el canto lírico. Su vida en Alemania es un permanente estudio que le permiten también momentos para la creación y la mejor manera de llegar a su público, que anhela oírla.

Betty Garcés nos deleitó en el festival Petronio Álvarez, abriendo con los himnos y entonando también las tradicionales canciones que contienen cadencia, armonía, y que Betty supo acoplar para emocionarnos en la tarde caleña con su bel canto. “Mi Buenaventura” en su voz fue toda una fantasía que queda en nuestra memoria con ese ensamble con la marimba, el cununo y el sabor pacífico.

Siguen más retos en su carrera. Sigue de gira por el mundo, volverá seguro a Cali con gratas sorpresas, y qué mejor que fuera antes de cerrar este año, y con nuestra orquesta filarmónica de Cali.