Biblioteca Departamental

Es para la ciudad de Cali y el departamento del Valle del Cauca un orgullo tener dentro de su infraestructura cultural, un espacio físico (y a su vez espiritual) como la Biblioteca departamental “Jorge Garcés Borrero”, a quien los vallecaucanos rendimos tributo -en su memoria-, y a su familiares, por haber pensado un espacio bibliotecario para la comarca en una época donde no se planificaban las ciudades con este tipo de apuestas culturales.

La Biblioteca departamental ha tomado un giro, realmente, inesperado.

Fue un acierto de la gobernadora Dilian Francisca Toro designar como su director a Fernando Tamayo, desde enero de 2024, quien ha impreso su propia marca de gestión en esta entidad cultural, que hace parte de las fibras de la vallecaucanidad.

Y la gestión de Tamayo ha sido excepcional, a pesar de las dudas iniciales, por la creída inexperiencia y no pertenecer (originalmente) al sector cultural o de las letras, pero a todos nos ha dejado con la boca abierta o, a otros, les ha tapado la boca, como dice el refranero popular.

Solo es observar los domingos de la biblioteca llena de alegría y expresión artística, la cargada y sustantiva agenda de lanzamiento de libros, foros y debates académicos (espacios copados todos), con música de cámara -como los martes con la Camerata Alférez Real-, la acogida brindada a la academia de historia del Valle del Cauca — que está aún sin sede fija— pero es mucho el alivio que le ha dado la biblioteca departamental a este cuerpo colegiado tan necesario para la memoria e identidad vallecaucana.

El éxito del festival Oiga, mire, lea en el 2024 fue sin par. Los encuentros de poesía, los intercambios, el bibliobús, el museo interactivo, la comicteca, entre tantos otros escenarios que confluyen en este espacio, tan delirante, que maneja de manera excelente Fernando Tamayo.

Hace pocos días presentó la revista BiblioValle, y allí, en el acto, la lideresa Jimena Toro nos decía, a quienes acudimos una mañana lluviosa de domingo, que la biblioteca se había convertido en el centro cultural de la familia Vallecaucana y es verdad; no hay duda -y agrego- es el referente o ente rector hoy de la cultura de este bello departamento que llegó a los 115 años, hace pocos días, y qué mejor que bajo los designios de la gobernadora Dilian Francisca Toro.

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