¿Cali, capital de la resistencia, de la resiliencia o ambas?

Esta semana asistí a dos eventos diferentes pero relacionados. El lanzamiento del libro “El Gran estallido, Cali ciudad de la resistencia”, escrito por la Juntanza Popular, y el encuentro de Compromiso Valle. El libro se centra en el estallido, en sus historias y lecciones. En el lanzamiento hubo nostalgia y se habló de la frustración de lo no logrado. El encuentro de “Compromiso Valle” nos ofrece una perspectiva. El evento se centró en recordarnos lo que hemos hecho desde entonces y en lo que debemos seguir haciendo, especialmente en términos de inclusión. Un evento que yo asociaría con el concepto de resiliencia.

¿Debemos seguir viendo a Cali como “capital de la resistencia” o hemos avanzado hacia una “capital de la resiliencia”?

Capital de la resistencia enfatiza la lucha, la oposición y el enfrentamiento contra las injusticias, desigualdades o cualquier forma de opresión. Hablar de Cali como una capital de la resistencia destaca la capacidad para movilizarse, protestar y resistir. En cambio, referirse a Cali como “capital de la resiliencia” pone el acento en la capacidad de recuperación y adaptación de la ciudad y sus habitantes ante las dificultades. La resiliencia implica una habilidad para sobreponerse a los retos, aprender de las experiencias adversas y transformar positivamente a partir de ellas. Este enfoque se centra en la recuperación y en la capacidad de encontrar soluciones constructivas y sostenibles a los problemas.

Se acerca la conmemoración del tercer aniversario del estallido. Cali, entre resistencia y resiliencia, trasciende narrativas. La conmemoración del estallido nos invita a reflexionar sobre nuestro papel activo en la construcción de un futuro inclusivo y sostenible.

Comments